🤍⤜𝑷𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓 𝒓𝒆𝒈𝒂𝒍𝒐⤛🤍

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Ya tenían diez años de edad para este tiempo ambos habían sido separados por sus respectivos mentores , la mujer que cuidaba a Chūya le odiaba y no sabía por qué , ellos siempre an estado juntos no podían pretender separarles ahora .

Por ello siempre se escurrían para verse, para poder pasar un rato agradable juntos por qué solo su compañia aliviaría la horrible situación por la cual estaban pasando en ese momento.

Ese día se escaparon para salir a pasear originalmente habían salido con compañía pero se escaparon, miraba a Chūya quien tenía su atención completá en un bonito oso de peluche, el que tenía se rompió y la mujer que lo cuidaba dijo que no necesitaba eso nunca más .

- ¿te gusta?- llamo la atención de su compañero quien le miro analizando sus palabras para luego dirigir la mirada nuevamente a la vitrina de aquella jugueteria

- somos grandes para eso ¿no?

- si te gusta puedes tenerlo

Negó con la cabeza dándose la vuelta para ya no ver aquella tienda de juguetes, no podían comer golosinas ni tampoco podían tener juguetes solo entrenar , entrenar y entrenar . Los dulces y juguetes eran una distracción o eso decía el hombres que les llevo - Ane-san no me deja - fue lo que dijo , miraba su expresión apagada jamás le a gustado verle así tan triste - ¿cuánto más vamos a esperar para irnos?

Es la misma pregunta que se hacía todos los días de su vida , hasta cuándo seguirían allí en ese maldito lugar , estaba tan cansado de seguir allí ese hombre les manipulaba , les utilizaba el lo sabía por supuesto que sí pero aún así seguían siendo niños si se iban ahora les iban a encontrar - solo espera un poco más - le dijo en un suspiro abrazandole con fuerza transmitiendo le confort

- ya no quiero seguir esperando - el pelirrojo hizo un puchero, sonrió un poco por la ternura que este le provocaba

- lo sé ChuChu .. pero en cuanto menos te des cuenta prometo que nos iremos

- está bien - apoyo su cabeza en su hombro sintiendo las caricias que el castaño le daba - aún así estaremos juntos ¿verdad?

- si, estaremos juntos




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Chūya miraba desde su ventana hacia la ciudad, estaban castigados por ello no podían salir de su cuarto oh al menos el no podía salir .

Habían pasado muchos días y Dazai no venía a verle esto le hacía sentir tan triste y solo con muchas ganas de llorar , ¿Que tal si Dazai se fue y le dejo solo? , negó con la cabeza abrazando su almohada con fuerza Dazai jamás le dejaría solo el lo prometió escaparían los dos , era una promesa

La puerta de su habitación se abrió dejando mostrar al castaño que venia con una caja rápidamente se levanto de su cama lanzando se a abrazarle llorando en su pecho preocupando al castaño quien no entendía su cambio - ¿que paso? ¿Que tienes?- exclamo el castaño con preocupación

- pensé que te habías ido y me habías dejado solito , ¿por qué no has venido a verme?- se separó al notar cada vez más vendas en el cuerpo de su amigo su mirada cada vez más muerta y apagada - ¿que te paso?- le pregunto dejando su llanto aun lado para enfocarse en el

- no es nada - respondió - mira te traje un regalo

- Samu encerio dime qué tienes - le tomo de las mejillas con cariño este se quejo ante el suave toque asustado se aparto - ¿que te paso?

- ssh.. no es nada - beso con suavidad sus cabellos para darle calma volviendo a tomar la caja - ¿no quieres mi regalo?

Pregunto , el pelirrojo bajo la mirada hacia que tenía su amigo su tenía curiosidad asintió con la cabeza tomando el presente entre sus manos - ábrelo - pidió el otro

Con una pequeña sonrisa tímida abrió la caja mirando su interior era un oso de peluche de color azul celeste tenía un lacito blanco como collar era realmente bonito - mira brilla - el castaño apretó una de las patas del oso este empezó a brillar , luces de colores que iluminaban la habitación los ojos del pelirrojo se iluminaron ante el presente

- ¡es muy bonito! ¡Lo voy a cuidar siempre!- exclamo animado lleno de entusiasmo - ¡gracias Samu!- le abrazo está vez más feliz - ¡gracias! Eres el mejor amigo del mundo

Eso era todo lo que necesitaba para sentirse mejor , para no cometer una locura , tenía algo que le ataba a este mundo terrenal y eso era ese ser de ojos azules y hermosa sonrisa brillante . El resto del día estuvieron juntos cenaron y durmieron abrazados disfrutando de su compañía la cual era un bálsamo en medio de esa situación

𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐮𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora