Jam: XVIII

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Temprano en la mañana, Seok Matthew y Sung Hanbin se unieron inesperadamente al desayuno grupal.

Hao y Junhyeon discutían con expresiones completamente inmersas y de seriedad sobre el "talento de Hanbin", e incluso el indiferente Kuanjui parecía interesado en expresar su opinión de vez en cuando.

Mientras tanto, Taerae, que casi parecía una caricatura animada cuyo color fue arrebatado, se encogía a un lado con aspecto deprimido.

Matthew pudo adivinar de inmediato lo que ocurría tan sólo viéndolos.

Esos bastardos pervertidos de Hao y Taerae fueron a espiar otra vez anoche, Kuanjui y Junhyeon fueron a detenerlos, pero acabaron uniéndose a ellos también.

—Ustedes chicos... ¿debería llamar a la policía? —Matthew dijo con disgusto.

Finalmente dándose cuenta de su presencia, Taerae corrió hacia él y lo envolvió en un abrazo.

—¡Woohyunie! ¡Rápido, dile a Junhyeon que en realidad no soy tan malo siendo top!

Matthew se burló sin piedad:

—Oh, cariño. No deberías pedirle a otras personas que mientan tan a la ligera.

Zhang Hao soltó una carcajada tan fuerte que estuvo por caerse de la silla mientras Taerae chillaba y se tiraba al suelo en señal de derrota.

Matthew rodó los ojos por el escándalo y siguió a Hanbin hacia el comedor.

—Hyung, ¿qué quieres comer?

—Primero necesito un café.

—De acuerdo.

Hao dejó de agonizar de risa en algún momento y se inclinó sobre la mesa.

—¡Matthew-ah, es una sorpresa que hayas sobrevivido la noche! ¡Creímos que no íbamos a volver a verte! ¡¿Cómo es que te ves tan energético?! ¡Eres de acero!

—¿Quizás está acostumbrado? —Kum dijo.

—¡Imposible! ¿Es así todo el tiempo?

Ambos chicos lo miraron expectantes por su respuesta.

El castaño bufó y recibió la taza de café por parte de Hanbin, negándose a revelar nada.

En realidad, Hanbin lo cuidaba muy bien.

Incluso si Matthew agotaba toda su fuerza y se quedaba dormido, Hanbin lo llevaría a la ducha, cambiaría las sábanas, le pondría ropa limpia y todavía le daría un masaje.

Todas las atenciones posteriores a sus alocados encuentros sexuales eran importantes para que pudiera parecer un humano decente al día siguiente.

Además, Matthew no era del tipo de actuar con debilidad por más estupenda e intensa que hubiese sido la sesión de ejercicios por la noche.

—¡Buenos días a todos los hyung! —Yujin saludó.

El lindo y esponjoso Yujin se unió al desayuno, cortando así toda la charla inadecuada, aunque por la mirada de sus amigos, Matthew sabía que no lo iban a dejar ir tan fácilmente.

Hanbin acarició el cabello desordenado del menor y le ofreció un vaso de leche.

Todos ocuparon lugar en el comedor, Matthew había dicho que no tenía hambre, pero ahora estaba robando las frutas del plato de Hanbin.

Los ojos del pequeño Yujin eran como un par de estrellas mientras veía a su ship comportarse como una verdadera pareja de casados. Matthew sintió un escalofrío por su mirada.

Jam Jam (Mattbin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora