La emperatriz viuda ¿villana?

CAPÍTULO 4

Na Meng Ye despertó un poco desorientada.

Anoche fue a dormir, al cuarto del bebé. Se sentía incomoda con ese tipo.

Lo que paso en su sueño, le dio la firmeza, que debía dejar la familia Gu.

No quería quedarse en un lugar donde el cuerpo original, la pasó mal y murió.

Si Gu Jang Chu es el protagonista pues que se quede con Quio Ce Bi.

No tenía intenciones de meterse con esa pareja se asesinos.

¡Ring! ¡Ring!

Sonó el aparato raro, qué estaba sobre la mesita de noche.

Apretó toda la pantalla, en busca de poder contestar, lo que parece una llamada.

"por fin contestas, no quiero que sigas casada con ese degenerado"

Esa voz, era muy familiar.

"hermano, saluda primero" según los recuerdos de este cuerpo, su hermano nunca estuvo de acuerdo que se casara con Gu Jang Chu.

"¿por qué tienes que criar a un bebé que no es tuyo?" su hermana es la princesa de la familia. Nunca ha sufrido un agravio como estos.

"estoy bien, pero ocupó un poco de tu ayuda."

He averiguado qué en esta era, está permitido el divorcio.

"dime, hare lo que quieras" no estaba feliz, su hermana cambió de tema.

"Quiero divorciarme" habló en voz baja, para no despertar al bebé.

Se escucho un ruido extraño. Como si chocará con algo.

"¿De verdad? Yo sabía que ibas a recapacitar, no te preocupes, déjamelo a mí" colgó rápidamente, no quería que se echará para atrás.

Na Meng Ye guardó el aparato confundida.

❤️❤️❤️❤️

Na Meng Ya sentía que podía volar de felicidad.

Nada empañaba su momento de felicidad, ni siquiera el dolor de su dedo del pie.

Chocó con la pata de su cama.

Marcó unos números en su celular.

"amigo, ayudame en algo" apenas se conectó la llamada, hizo su demanda.

"saluda primero, ¿en que te puedo ayudar?" se levantó bostezando.

"dime la manera más efectiva de producir un divorcio" mi hermana era un tesoro, embarrado en un lodazal (Gu Jang Chu).

" ¿divorcio? ¿Te casaste?"

"No yo, tonto" hizo una pausa. "es mi hermana"

Al otro lado del teléfono, Hu Leng Ma no podía creer lo que escuchaba.

Todos en la ciudad, conocían de los métodos qué hizo Na Meng Ye para poder casarse con Gu Jang Chu.

"¿estás seguro?"

"si, ella me lo dijo hace unos minutos"

"en ese caso, hay varias maneras; infidelidad, hijos ilegítimos y traspaso de bienes." en primer lugar no era abogado, así que ideas no tenía.

Na Meng Ya escogió de las opciones la infidelidad. Tenía que reunir a Gu Jang Chu con la madre biológica de su hijo.

¿Vientre de alquiler?, a otro perro con ese hueso.

Estaba seguro que esos dos, no tenían una relación solo comercial.

"encuentra a una mujer llamada Quio Ce Bi, cuando la tengas localizada, llámame" esos dos perros, lamentarán el día en que nacieron.

"ok, la buscaré enseguida" la voz de su amigo sonaba casi sangrienta.

❤️❤️❤️❤️

En una casa destartalada, se observaba dos mujeres discutiendo.

"ya no quiero vivír así" se quejaba señalando a su alrededor.

Su madre no podía comprender la desesperación de obtener algo y perderlo luego, los días en los que estuvo, embarazada fueron los mejores de su vida.

Tenía todo a su disposición, dinero lujos y posición. Pero despertó de sus sueños para caer en una pesadilla.

"tranquilizate, encontraremos la forma de salir de esta pobreza"

"¿Cómo? Si la única forma era, ser la niñera del niño" Quio Ce Bi sabía por la conciencia del mundo, qué ella era la protagonista. La otra mujer vino a quitarle todo.

"encontraremos un camino" dijo con voz conciliadora, su hija está cegada por el dinero y la extravagancia.

"No te metas, el camino lo encontraré yo" dijo dirigiéndose al cuartucho sucio y mohoso.

Escuchó una voz en su mente.
"el protagonista estará en una cena benéfica hoy, es tu oportunidad, no la desperdicies"

Frente a ella aparecieron; un vestido negro de gala, un paquete pequeño, hecho de papel.

Cogio el vestido y lo puso sobre su ropa barata.

Se sentía una princesa de cuento de hadas.

Lo quito rápidamente al pensar, qué su ropa iba a ensuciar el hermoso vestido.

No tenía pensado fallar, esta era su oportunidad para ser una dama de alta sociedad.

Olió el paquete, no tenía nada extraño. Metió un dedo con inseguridad.

Salió un polvo blanco, con una sonrisa de triunfo, se sentó a esperar la hora de la cena.

"¡No escaparás de mí!" gritó con paranoia, a una foto que tenía debajo del colchón. "serás mío"