1O. JUEGUE COLO

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CAPÍTULO 10 ━━━━━ ❝Un crack dentro y fuera de la cancha❞

ALREDEDOR DE LAS NUEVE y media de la noche, Valentina estacionó su auto enfrente de la enorme residencia del colorado

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ALREDEDOR DE LAS NUEVE y media de la noche, Valentina estacionó su auto enfrente de la enorme residencia del colorado.

━ ¿Querés pasar un rato? ━ Valentín rompió el momento cómodo y silencioso que reinó entre ellos.

La morocha giró su cuello para verle directo a sus ojos oscuros y negó con lentitud su cabeza.

━ ¿Segura? ━ volvió a preguntarle con una expresión extraña en su rostro, ocultando algo.

Él se sacó el cinturón de seguridad.

━ Ya te aguanté toda la tardecita, no me pidas más ━ le aclaró y él ladeo la cabeza riendo un poco.

━ Mirá que voy a hacer un pastel de papa... ━ intentó persuadirla haciendo una carita re graciosa.

Uhhh, que rico. Quiero, pensó ella pero suprimió todo.

━ ¿Me querés comprar con un pastel de papa? ━ le dijo entre risitas ━. No gracias.

━ No, no. Te quiero enamorar con mi pastel de papa ━ le corrigió con soberbia y a la misma vez tirando un palito, pero haciéndose el boludo. Esta vez sí la chica se cagó de risa.

━ Fuiraaa, nunca lo voy a comer ━ hizo una cara de asco.

Ya vamos a ver, pensó el Colo juguetón.

━ Pendeja de mierda.

━ No bueno, pelotudo de mierda... ¿Te pensás bajar o querés que te abra la puerta? ━ él soltó un bufido ante la forma burlesca y directa con la que habló.

━ Estoy esperan un besito tuyo ━ estiró sus labios en un piquito.

━ Seguí esperando ━ ella le palmeó el hombro alejándose un poco más ━. Te doy la mano y me agarrás el codo, gato.

━ Dejá de hacerte la santa ━ él apretó sus labios.

━ Yo no me hago, yo soy ━ lo miró de costado con una carita inocente ━ Chau ━ prácticamente lo corrió y él soltó una risita nasal negando.

El Colo se inclina hacia el asiento de piloto con una sonrisita maliciosa, ella meticulosamente sabe lo que hace y no se aleja para ver si tiene huevos o no de hacerlo (sabía que le re daba, pero igual se quedó quieta en su lugar), siente su cálido aliento y su aroma masculino tan característico, se miran a los ojos brillosos llenos de picardía mezclada con desafío; la tensión que se forma les genera un calor en el cuerpo.

Él humedece sus labios, lleva su dedo pulgar al mentón de la morocha y se acerca totalmente a juntar sus apetecibles labios con los suyo. Sin embargo, ella ladea la cabeza a propósito hacia la derecha haciendo que le termine dando un besito en la comisura de sus labios.

ESCÁNDALO | COLO BARCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora