Capítulo Uno

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Ya era la segunda vez esa semana en que escuchaba a Alejo decirlo.

—¿Gregory y vos están saliendo?

Aquella pregunta generó un escalofrío en su cuerpo, y cuando sintió como Gregory rodeaba sus hombros con su brazo apretó su mandíbula con fuerza, sintiendo sus orejas calientes de repente. Se apartó rápidamente del gordo, casi empujándolo en el proceso.

—¿Qué decís boludo?— Exclamó irritado, poniéndose a la defensiva, aquellas acusaciones de sus amigos le irritaban de sobremanera.—Somos... Simplemente, amigos.—Dijo ahora un poco más suave mirando entre Alejo y el gordo, Gregory hizo una mueca dolido.—Así que deja de hinchar las pelotas boludo.

—Che porqué te pones así, no hay nada de malo con ser trolo viteh—Intervino El Viejo, tras aquel comentario Carlitox se rió de la obvia molestia de Matías.

Era un tema del que no le gustaba hablar, ni mucho menos pensar. Matías no era homofóbico, es más, le daba igual, como usualmente solía decir "Me chupa la pija vo' y tu sexualidad boludo". Pero si se trataba sobre él, ese era un tema diferente. Esos pensamientos que según él eran desviados le hacían sentir asco de sí mismo, así que los ocultaba por miedo a lo que los demás podrían decir y pensar sobre él, aún sabiendo que sus amigos no tenían ningún problema con el colectivo seguía ocultándose como un cobarde.

—Tengo novia, boludo.—Es verdad, Judith, la hermana de su mejor amigo Gregory, quien convenientemente era idéntica a él y era una mujer, no un hombre.—Así que dejen de hinchar las pelotas con ese tema boludos.

—Dejen a Matías tranquilooo.—Escuchó que decía Valentina en su típico tono cantarin, mentalmente le agradeció a su amiga.—Mejor hagamos otra cosaaa.

—Vayamos de joda.—Propuso Alejo.

—Che yo no voy.—Dijo de repente Gregory, rompiendo su silencio, a Matías le apreció extraño que el contrario no había dicho ninguna cosa rara ni se hubiera metido en la discusión en lo absoluto hasta ahora.

—¿Qué pasó gordo? JoJo—Cuestionó Carlitox.

—Uyy, tengo una cita con Panchita, no puedo dejarla plantada, otro día me uniré a la joda.—Respondió el rubio con un tono de voz distinto al que usualmente usaba, mirando fijamente a Matías de una manera que le causó escalofríos.—Que la pasen piola.

Matías lo observó marcharse de la casa, recordando una y otra vez la manera en que Gregory le había mirado. El rubio parecía dolido, un poco decepcionado y algo resignado. Incluso después de varias horas de lo ocurrido, estando ya en la joda, no podía sacárselo de la cabeza y no pudo evitar pensar que de alguna manera era su culpa.

¿Pero por qué, si era verdad? Son amigos, nada más.

[¿Estás molesto conmigo boludo?] Le escribió un mensaje de texto.

Gregory no le contestó, supuso porque estaba ocupado con Panchita y un sentimiento desagradable creció en su pecho, era peligroso y explosivo como una bomba de tiempo.

Trago tras trago, dejó de escuchar las voces de sus amigos que eran casi inentendibles por la música ensordecedora, Carlitox hablaba sin parar con El Viejo, Alejo y Valentina llevaban rato bailando al compás de la música.

—Pero vos sos loooco viteh...—Escuchó que le decía El Viejo,—No podes tomar como si fuese agua viteh, te vas hacer mierda viteh.

—Me chupa la pija vo' y los tragos boludo.—Respondió cómo pudo, ya demasiado ebrio como para importarle.

Aquel sentimiento no desaparecía, y con sólo pensar en Panchita sentía que su estómago daba vueltas. La verdad nunca le cayó bien aquella mina, le irritaba su "¿Esta mal?", pero había accedido a ayudar a Gregory a conquistarla porque eso es lo que hacen los amigos... ¿Verdad? Entonces ¿Porque sintió ganas de sabotearlo todo en aquel entonces? Y ¿Por que ahora se siente enfermo con solo pensar en ellos dos juntos?

Simplemente, amigos [Gretias]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora