IV

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Recuerdo que siempre me decían que una persona está destinada a estar con otra. Nunca me vi con alguna persona, y mucho menos me vi demostrando el amor que cuesta trabajo sacar de su escondite. Ese amor que siente la necesidad de estar oculto de los depredadores, ese mismo que tiene miedo y que no sabe como salir.

Una vez, no recuerdo quien, no recuerdo cuando, no recuerdo en donde, me dijo una simple palabra: ikigai

- ¿Qué?- Le pregunté.

- Ikagi- Contestó con una voz serena y que pareciera que escupe flores al entonar cada letra

-... - Guardé silencio; no sabía cómo interpretar esa palabra y mucho menos sabía que hacer con ella.

- Toji, tu dices nunca enamorarte, pero has de saber que el corazón es traicionero, y tú no sabrás en que momento las flores brotarán para dar paso a la primavera

- ¿Qué quiere decir Ikagi? -Dije sereno pero con cierto toque de pequeña curiosidad

- La razón de vivir- Soltó palabras que el viento no se llevó, ya que incrustadas en mi quedaron, como pequeñas púas en la pálida piel qué derramó lo carmesí del conocimiento

- Eso es ridículo, no me pasará algo así - cansado, intenté irme, pero la voz serena mi paso detuvo.

- Hablas como si un sapiencia fueras. Loco llamás al qué con justas razones gasta su habla explicando en su experiencia plena y viva lo que eso significa

- De conocerme tú no sabes nada, porque tú alma no vive lo que la mía. Hablo a base de saber quién es Toji Fushiguro, o sea, yo mismo

- Eres igual de terco que yo cuando era un joven inepto... Conocerte dices muy seguro, pero una parte de ti no está de acuerdo. Bloqueas el sendero al decir que no tocará tu ventana el amor, ya que ¿Quién querría ver lo que se oculta más allá de la primera capa?

- No hablo mentiras

- Equivocado divulgas todo, ya que hay muchos ojos que ven distintas cosas y juzgan por cuentas propias. Recuerda, la paciencia es la virtud principal en esta  guerra fría. Alguien llegará, pero puede demorar. Bien dicen que apresuradas las cosas, problemas deparan.

- Ikagi... ¿Por qué me dices esto?

- Por qué a nada estoy de encontrarme a la persona que llamé "ikagi" y quiero que escuches la voz que ha vivido cada paso que ha dado como si fuera el presente. Aunque las huellas qué dejo sean largas, siempre tendrán el recuerdo de una vida llena de amor.

Vi partir a quien me dio una gran lección y sin más, seguí caminando durante muchos años, hasta que tuve la dicha de toparme a esos ojos azules qué ahora me ven con amor.

Tristeza, amor, felicidad, enojo, todo eso en mi sendero estaba y sin refutar caminaba apesar de que mis pies ya lastimados empezaban a estar. Sin embargo, nunca me detuve y al final de mi ruta pude tomar tu mano de nieve y apreciar el océano de tus cristales. Sin más ni menos, reclamarte como mi "ikagi" era lo que más anhelaba.

-Toji, eso fue hermoso- Expresó una voz con notorio sollozo. Una voz hermosa.

- Quiero seguir contigo por el resto de mi vida, quiero que tu seas quien sostenga mi mano hasta en las tormentas más ostentosas, y quiero que tú y solo tú portes en tu hermoso dedo este anillo de oro qué con esfuerzo, logré conseguir para ti.

-  Toji... - Satoru cubría su boca con sus manos mientras que sus ojos expresaban más que su propia habla

-Concédeme ese honor, por favor

- ¡Sí, si quiero ser tu esposo!

Sus brazos rodearon mi cuello y mis brazos se funcionaron en tu cintura. Pronto probé esos cerezos delicadamente mientras el sabor apreciaba y con delicadeza delineada sus curvas.

La felicidad llegó, aunque su tardanza fue para mi eterna, cada segundo vivido valió la pena, ya que para conocer una persona de tu porte y forma, nunca volveré a ver en el resto de mi vida.

- Los años pasan y corren cómo si de caballos locos fueran, pero he de decir con firmeza y sin pena, que conocerte fue lo que hizo mi vida plena, ya que tus manos se fusionaron en mi corazón y lograron hacer de mi lo que ni en cien años creí ser: alguien que puede amar con locura y pasión.

- Toji... Jamás creí conocer a una persona que sería capaz de cambiar por su amado y me siento muy afortunado de vivir esa hermosa fantasía. - sus sencillez y su habla cada día me mantenían enamorado.

En una noche, dos almas se unieron para así formar un recuerdo que, aunque caminarán los años, no sería fácilmente olvidado.

Un beso, amor y dos corazones es lo que se necesita para ser feliz... O bueno, Toji y Satoru piensan así.

~Promise~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora