Sasha

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Sasha

Ser Icono siempre tuvo un precio, y no supimos verlo hasta que fue demasiado tarde.

Ahora lo veo más claro que nunca. Empezó con cosas pequeñas, cambios en lo que mostrábamos en las redes para gustar a la gente, el corte total de comunicación con nuestras familias...

¿De qué nos acabó sirviendo tanto lujo y poder si al final todo pendía de un hilo? ¿Para qué servía la fama si no éramos nosotros?

Tal vez nunca debimos dejar de ser Testigos.

Salir de Imperio para volver al fondo de la cadena alimenticia es... un cambio. Durante un tiempo, Asher y yo tenemos que volvernos a separar para vivir con nuestros padres, porque todas las riquezas han desaparecido.

Es como cuando comenzamos a salir, cada uno en un apartamento con problemas de humedad y paredes de papel. Cada uno con un trabajo agotador.

Es en esos momentos cuando más echo de menos la vida de Icono, cuando llevo ocho horas seguidas aguantando a mi jefe y a un montón de Testigos que creen que por trabajar cara al público tienes que tratarlos como si les debieras algo (Tal vez es en el único momento en el que pueden comportarse como si fueran Iconos en vez de un Testigo más).

Sorprendentemente, no recibo ningún comentario sobre mi participación en Imperio. A veces alguna mirada, sí, pero nada más. Es como si solo hubiese sido una pesadilla para Asher y para mí, porque el resto del mundo ya lo ha olvidado y ha pasado a otra cosa.

Fuimos como una estrella fugaz, solo importante mientras está volando por el firmamento.

Una vez llega al suelo, nadie quiere verla.

Y en verdad estar en el suelo es lo mejor que me ha pasado. Porque vuelvo a estar rodeado de mi familia y hasta viejos amigos, con los que no tenía contacto desde hace años, y puedo estar con Asher. No todo es perfecto, tenemos nuestros horarios y cuesta que nos encontremos, pero pese a no estar unidos por la cadera como en nuestra vida de Iconos, se siente más cerca que nunca.

Al final en la vida de un Icono nada era real, eran todo apariencias. Lo veo claro cuando Liv muere en la pantalla y, mientras Asher y yo observamos la escena horrorizados, los Testigos a nuestro alrededor gritan emocionados y mencionan cómo esto dará más juego a Dana.

Más juego.

La muerte de una niña.

Siento que a Liv Shifter la lloramos unos pocos.

Vuelvo a verlo todavía más claro cuando el piso de Bianca toca el suelo, cuando le envío un mensaje directo a través de Pandora y no recibo más que un leído.

¿Cómo va a rebajarse, por muy perdedora que sea, a hablar con un Testigo?

El día que Imperio se vuelve escombros me toca hacer horas extras en la panadería, llevo días sin querer oír nada de ese maldito sitio. Es un poco imposible, ya que está siempre en boca de todos. Mismamente en la última cena mi padre había comentado durante el postre que Evan había sufrido el mismo destino que Cara.

Se empieza a llamar a nuestra edición la edición maldita.

Hay memes, fancams, edits.

Y todos los Trending Topics desaparecen a tiempo para la nueva edición.

Ni Asher ni yo volvemos a ver ninguna edición, nos centramos en nuestra propia relación y, aunque no siempre es fácil, sigue siendo más sencilla que cuando estábamos en lo alto.

Hablamos, intentamos ver la perspectiva del otro antes de tomar decisiones y una vez podemos volver a vivir juntos, vetamos las fresas y las nueces de nuestro apartamento. No es lo mismo que antes, pero es mejor.

Un par de aniversarios después de la edición de Imperio, me encuentro esperando a Asher en la puerta de su trabajo, esperando que termine su jornada para poder ir a una cita. Él aparece con una gran sonrisa cansada. Si fuese otro día, le habría dicho que no pasaba nada, que podíamos dejarlo para otro día, pero uno no tiene un aniversario que coincide con una lluvia de estrellas todos los días.

Llevamos planeándolo semanas. La cita más romántica de todas: un picnic a las afueras, donde la luz de los interminables edificios no puede opacar la noche.

Y, escuchad: la idea fue mía.

¡Chúpate esa, Asher! Yo también puedo ser un romántico cuando quiero.

Conduzco yo, y así él puede darse una pequeña siesta o, al menos, descansar los ojos hasta que llegamos. Encontré el lugar hace unos meses mientras hacía un reparto a una pequeña tienda en otra ciudad, y en el camino vi una gran explanada de prado verde y flores de todos los colores que te puedes imaginar. Un paraíso escondido a solo veinte minutos de la civilización.

Descubrir tres días después que iba a haber una lluvia de estrellas en nuestra fecha ya fue la guinda final de mi plan.

—¿Hemos viajado en el tiempo? —murmura Asher una vez llegamos, parpadeando lentamente y acercándose a la ventana—. No veía tanto verde desde... Creo que nunca he visto tanto verde.

—¿Qué fecha quieres que sea?

Se lo piensa unos segundos mientras sale del coche.

—Creo que me sirve cualquiera siempre que estés conmigo.

—Cuidado Asher, voy a pensar que estás irremediablemente enamorado de mi.

Él sonríe tanto que se le achican los ojos y se inclina a darme un beso. Su mano acaricia mi mandíbula, y se aleja demasiado pronto. Siempre se aleja demasiado pronto.

Colocamos una manta sobre la hierba y nos sentamos. Me recuerda a nuestra cita en la playa, cuando nos dimos nuestro primer beso. El humor es el mismo, juguetón, lleno de risas y besos por todas partes.

Sacamos la comida de la cesta, son todo bollos y pasteles que he sacado de la panadería al salir esta tarde.

—¡Mira, ya empieza! —exclama señalando al cielo y yo, aunque sé que aún es pronto, miro hacia arriba. No necesito apartar la mirada para saber que mientras yo no le miro, él esconde un anillo por el que seguramente lleva meses ahorrando en uno de los bollitos. Ya no es tan discreto como se piensa, al menos no conmigo—. Ah, vaya, confundí un dron con la lluvia de estrellas.

Me río mientras vuelvo a posar mis ojos en él. Asher no pierde tiempo y de forma disimulada me tiende un bollito de crema para nada sospechoso.

—¿No llevará nueces?

—¿Y acabar la cita en urgencias? ¡Claro que no! Aunque si quieres jugar al médico y paciente puedo conseguir un estetoscopio...

En vez de responder, agarro el bollito y me lo llevo a los labios, justo cuando la primera estrella cae.

Me aseguro de dar mordiscos pequeños, porque yo tampoco quiero acabar la mejor cita de mi vida en urgencias.


Buenas! Espero que os haya gustado este fanfic que hice con WritingTam, ambes quedamos encantades con este par y queríamos explorar lo que podrían hacer estos personajes a la salida de imperio^^ (sin angst, para sorpresa de todo el mundo)

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Buenas! Espero que os haya gustado este fanfic que hice con WritingTam, ambes quedamos encantades con este par y queríamos explorar lo que podrían hacer estos personajes a la salida de imperio^^ (sin angst, para sorpresa de todo el mundo).

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El impacto de nuestra estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora