capitulo 5

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                      Victor Montes

Ya tenía varios días de no acercarme a los niños ni a ella, justo como prometí, pero no sabía si podría seguir haciéndolo, quería recuperar a mi familia, recuperarla a ella, mi Alicia, era la luz de mi vida, mi primer amor, a pesar de ser un poco mayor que ella no me acerque para aprovecharme, lo hice para conocer más a esa chica alegre, expontanea, chistosa e interesante que había conocido en mi escuela.

Esos días que me mantuve alejado me sirvieron para pensar en como acercarme más, como irme ganando un lugar en su corazón nuevamente, quería remediar el pasado, sobretodo porque no soy responsable de lo que ella me culpa.

Decidí salir a estirar la piernas, un rato en el bosque relaja mucho, justo termino de salir y volteo a su balcón, para mí sorpresa tenía compañía.

— Iván González.

Pronuncie entre dientes con molestia, el hombre que se interpuso entre Alicia y yo hace años, estaba allí con ella, estaba besándola con desesperación, y ella lo permitía, la sangre empezó a circular más rápido y los latidos de mi corazón aumentaban, la ira se apoderaba poco a poco de mi cuerpo, pero sabía que la había besado para provocarme, el me vio y lo hizo, mi mandíbula se apretó más cuando lo ví sujetarla de la cintura y acercándola más a él, al verlo bajar a su cuello por una extraña razón la ira desapareció y al verla mirarme solo senti dolor.

La mujer que amaba estaba en brazos de otro hombre y para colmo uno que ya me la había quitado una vez, ya no estaba molesto, al parecer mi mente entendio antes que yo que ella disfrutaba lo que él hacía, eso era lo que más dolía, que ella aún sentía algo por el, ella no es del tipo de personas que se deja besar por alguien del que no siente nada.

Ella me veía y yo solo pude bajar la mirada y seguir mi camino hacia el bosque, una lágrima bajo por mi mejilla, no me moleste en limpiarla eso no cambiaria el dolor que me aniquila por dentro.

Llegué a mi árbol favorito y me senté a su sombra como de costumbre a continuar con mi dibujo, el que empecé desde que llegué, mi boca formó una sonrisa triste al recordar algo.

Le encantaban mis dibujos, decía que llegaría muy lejos como artista, que iba a ser el mejor, que mis obras eran sus favoritas.

Cómo esa noche había cambiado todo, cambio mis planes a futuro, cambio mi deseo más grande, arruinó mi posibilidad de terner una vida feliz con Alicia.

¡¡todo por su culpa!!

El fue el culpable no yo, como pudo dudar de mi, yo que la ame sincera e incondicionalmente, pero prefirió creerle a el que nunca fue sincero, que siempre inventaba cosas para impresionarla y ganarse a su familia, cosa que nunca pude hacer, el lo logro con engaños.

Eso era lo que más me molestaba que el siempre conseguía todo con mentiras, me quito el amor de Alicia que había ganado limpiamente, sin máscaras, ni segundas intenciones, yo la amaba sinceramente.

Regrese a casa antes que terminara de oscurecer, su auto no estaba, me sentí un poco aliviado al saber que no dormiría con ella, tenía ganas de ir reclamarle por traer a ese tipo, decirle que aún la amo, que volví para recuperarla, pero me tuve que tragar todo lo que le quería decir, el hecho de que me abriera y le confesara todo no cambiaria nada.

Entre a mi casa, no había nada para cenar pero no tenía hambre, debía ir por suministros pero no quise después de ver esa escena, subí a mi habitación, me encanta que las casas sean casi todas iguales, así podía asomarme en el balcón y verla leer todas la noches, iluminando su libro con esa pequeña lámpara que le había obsequiado, eso me hizo sonreír, fui por mi libreta y continúe dibujando, haciendo pausas para verla, preguntandome que sentía en ese momento, con curiosidad de saber cuáles eran sus pensamientos, si tenía recuerdos buenos o si me odiaba.

Sin darme cuenta estaba camino a su casa, justo llegando a la puerta, toque y ella salió con un bat en la mano.

— ¿Qué haces aquí?

— Queria verte.

— ¿Qué no te vasta con espiarme todas las noches?

— No te espió, solo te miro, no me escondo para hacerlo.

— Mira solo vete.

— ¿Tienen algo otra vez?

Rueda los ojos y baja el bat.

— No, no tengo nada con él, y si así fuese no es tú problema, es mí vida y hago lo que quiera.

— Él es peligroso.

— ¿Es peligroso solo porque tú lo dices?

— No es que lo diga yo, el fue el que...

— ¿Sabes qué? no digas más, estoy cansada de que culpes a los demás por tus actos, se valiente y asume tus acciones.

Entra a la casa y yo me quedo allí, analizando lo que me dijo, ¿como puede estar tan cegada? Cómo está tan segura que fui yo y no el?, será que no lo vio allí?

Sea lo que sea me partía el alma, pero lo e iba a demostrar mi inocencia, y no iba a querer saber más de el.

Esa noche no dormí, recordando cada detalle de aquella noche, esa noche en la que Alicia me culpo de lo que no hice.

Alicia, Amor Y Obsesión ★las Cosas No Siempre Son Lo Que Parecen★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora