El chico del apartamento 512 [Destiel]

8.

Era sábado, Dean entró a la cocina aún adormilado por la hora temprana que era, este día sería bueno, intentaría encontrarse con Castiel y decirle que si no quería ir por un café, fácil y sencillo

Pero los planes de Dean se vieron arruinados cuando en la nevera vió el horario que había acordado con Sam y su papá y ese sábado le tocaba a Dean ir al supermercado y comprar la comida del mes

Dean se quejó a lo bajo hasta que pensó que ya que su padre no estaba iría a hacer eso mañana, Sam no se quejaría ya que hace lo mismo con sus tareas

De nuevo la felicidad del día volvió pero se esfumó rápidamente al ver a su papá saliendo de su habitación

- ¿Qué haces aquí? -. Preguntó Dean más grosero de lo que esperaba sonar

- Pues aquí vivo -. Contestó John

- Si pero, ¿No venías hasta el lunes? -.

- Me cambiaron los días del trabajo -.

Dean suspiró, capaz su padre no se acordaría y ya lo enviaría hasta mañana por ser tarde

- No se te olvide que te toca a ti hoy ir al supermercado -.

Mierda

- Sí, papá -. Dijo Dean cansado

- Y ahora, que ya son las doce del día -.

Dean se vistió de mala gana y salió de su casa

El camino iba tranquilo y venía escuchando música, no por presumirlo pero era el casette que le había regalado Castiel el día de su cumpleaños

Llegó hasta el supermercado, tomó un carrito y apenas iba hacía el área de comida cuando miró a Castiel viendo uno de los estantes del cereal

Dean se quedó quieto, no podía ser él pero reconocería esos hermosos ojos donde fuera

Tal vez no tendrían una salida al café pero si a un supermercado

Dean se acercó lentamente hacía Castiel y chocó su carrito con el suyo

- Dean.. Casi me matas del susto -. Castiel dirigió su mirada a los cereales y tomó el primero que vió ya con intenciones de irse

- Espera -. Dean volvió a chocar su carrito con el de Castiel en forma de broma - ¿No quieres hacer la compra juntos -.

- Yo.. -. Castiel se veía dudoso y Dean volvió a chocar los carritos con una sonrisa - Deja de hacer eso -.

- No hasta que pongas tus cosas en el carrito y hagas la compra conmigo -. Por suerte podía sonar en tono de burla para no hacer sentir incómodo a Castiel

- Bien -. Castiel tomó lo único que tenía en el carrito que era el cereal y lo dejó el carrito de Dean

Después de un rato cuando ya tenían el carrito medio lleno Dean decidió hacer una conversación más larga que "si y no"

- ¿Y por qué estás comprando ya sabes, tú solo -.

- Es que estoy solo en casa -.

- ¿Cómo que solo? -.

- Sí, vivo con bueno, mi papá, Gabriel, Balthazar y Samandriel pero, papá fue de viaje y se llevo a Samandriel, papá hecho a Gabriel de la casa hace unos días, probablemente regrese después de que papá regrese también del viaje pero aún así y Balthazar no se donde este, siempre desaparece algunos días y vuelve -.

Dean estaba en verdad sorprendido - ¿Y no te preocupa Balthazar -.

- No es eso, es que sé que está bien, la costumbre, supongo -.

- ¿Y con Gabriel por qué no solo lo metes a tú casa? -.

- ¿Estás loco? Papá me mataría y me sacaría a mi, aparte creo que Gab esta viviendo de momento con Lucifer así que está bien hasta que Lucifer se harte de él -. Castiel se encogió de hombros

A Dean le sorprendía lo poco unido que parecía ser Castiel con su familia

Dean se quedó callado un momento pero cuando iba a volver a hablar se dió cuenta que Castiel ya no estaba a su lado

Lo buscó con la mirada y lo vió enfrente de él abrazando a una chica de pelo negro algo ondulado

No pensó nada al momento, hasta que vió qué al separarse del abrazo la chica le dió un beso en la mejilla a Castiel

Eso hizo sentir a Dean una sensación rara en el estómago, de molestia

Decidió dejar el carrito pegado a ese pasillo y se acercó lentamente al lado de Castiel

- Un gusto, soy Dean -. Intentó mantener su voz normal pero no pudo evitar que saliera con algo de recentimiento al ver que la chica si podía darle un beso a Castiel, aunque fuera en la mejilla

- Soy Meg, un gusto en concerte -. La chica en realidad era muy linda y su voz segura la hacían más

- Entonces hoy a las 8pm en tú casa ¿No? -. Interrumpió Castiel la interacción

- Así es, Clarence -. Castiel hizo una mueca con el apodo

- Entonces te veo luego -. Con eso Meg sonrió y se fue

Castiel volvió al carrito sin mirar a Dean, totalmente despreocupado

- ¿Y es tú amiga? -. Rompió el silencio Dean volviendo a tomar el carrito

- Así es -. Murmuró Castiel viendo los estantes

Dean ya no contestó ante eso, pasaron el reto del viaje en silencio, solo una que otra palabra

Cuando fueron a pagar ambos pagaron sus cosas pero antes de irse Castiel se desvío al ver una maquina de peluches, las amaba

- ¿Cuál te gusta? -.

Castiel vió un momento - El oso -.

- ¿Te gustaría intentar? -. Preguntó Dean viéndolo

Castiel negó con la cabeza - No tengo cambio y soy muy malo así que no me gustaría hacer gastar tú dinero sin sentido -. Castiel se dirigió con el carrito hacía la salida

Dean llegó unos 5 minutos después que Castiel a la salida del supermercado

- ¿Dónde estabas? Te perdí de vista -.

- Oh, fui a ver algo, mejor dime ¿Dónde está tú carro? -.

- No tengo, vine en camión, es que no se manejar -.

- No te regresarás en camión y menos con todas la cosas, ven yo te llevo -.

- No, Dean, eso sería mucha molestia -. Dean lo tomó de la muñeca, no aceptaría un no por respuesta

- Tu jamás serás una molestia, Cas -. Dean lo jaló en silencio mientras con la otra mano tenía el carrito

No quería que Castiel se sintiera incómodo con el apodo tan personal para este con el que lo había llamado, pero Castiel no dijo nada ni parecía ofendido

Metieron las cosas al maletero, entraron al carro poniéndose los cinturones y Dean encendió el carro

- Casi se me olvida -. Dijo antes de arrancar

Pasó su mano al asiento trasero y le dió a Castiel el oso qué este había visto en la máquina - Para ti -.

Castiel lo miró, jamás se dió cuenta que lo traía o que lo puso en el asiento trasero - ¿Pero cómo? -.

- Tengo mis trucos -. Dean le guiñó un ojo todavía esperando a que Castiel le aceptará el peluche

- Gracias -. Con eso por fin Castiel tomó el peluche

Dean comenzó a avanzar y durante todo el viaje Castiel estuvo en silencio y mirando hacía afuera pero Dean juraba que Castiel estaba sonrojado, tal vez era su mente, tal vez no, pero se veía muy lindo