¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"PRIMERA VEZ"
El día siguió normal dentro de todo, con Enzo nos molestábamos mutuamente mientras copiábamos el pedazo de testamento que escribía el profe de biología.
Cuando termine de copiar deje mi lapicera a un costado y suspire pesadamente. Me sentia super rara, con ganas de nada.
- ¿Que pasa Rulo? - Pregunto mientras acariciaba suavemente mi pelo. Levante la mirada y mire hacia su gorra de nike.
- ¿Porque nunca te sacas la gorra? - Pregunte con la cabeza hacia un costado esperando su respuesta.
- Que se yo, me queda re facha. - Encogió sus hombros repetidas veces.
- Boe para, no te ofendas. Seguro estas pelado, por eso, ¿no? - Lo cargosee y el abrió sus ojos.
- Acá abajo la tengo pelada. ¿Queres ver? - Amago con abrir su pantalón.
- ¡¡Enzo!! La puta que te parió. Pajin de mierda. - Toque donde el amago y carcajeo.
- Apa la papa. ¿Que toca'? - Me miro y mordí mi labio rodeando los ojos.
- Te re fuiste de tema, pelado. - Cruce mis brazos y mire su gorra.
- ¿Queres ver mi hermosa cabellera? - Pregunto agitando su cabeza. Parecía electrocutado.
- Si, aver, mostrame. Rapunzel. - Asentí y el saco su gorra lentamente y con misterio.
- ¡¡Taraaaann!! - Me mostró su pelo y me cague toda por su grito.
- Fernández. Comportese. - El profesor lo apunto con el fibron y Enzo asintio.
- ¡Paaraaa! No me dejaste ver. Mostrame otra vez, porfa. - Rogué y el negaba.
- No, ya te mostré nena, encima me miraron todos por tu culpa. Ahora tengo vergüenza. - Miro a la ventana y lo empuje sacandole la gorra.
Con razón, tenía pelo corto. Al tocarlo, parecía alambre.
- ¡Eh! - Me saco la gorra y se la puso una vez más.
- Ejem. - Mire a otro lado tosiendo.
- Te enamoraste, lo veo en tus ojos. - Guiño y carcajee. Largue toda la risa que ya no podía aguantar.
- ¿Que? - El pregunto mirándome de arriba a bajo.
- Recreo. Tienen que salir todos. - El profesor hablo agarrando sus cosas.
- ¡¡EAAAAAA!! - Un compañero salio corriendo y me levante de mi silla.
Camine hasta el kiosco y Enzo me siguió parándose al lado mio en la fila.
- ¿Que me vas a comprar? - Pregunto mirándome.
- Una peluca. - Sonreí por lo bajo y el me empujó.
