𝐌𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐕𝐄𝐑𝐓𝐈́ 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐂𝐇𝐎𝐑𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐈𝐃𝐎𝐋𝐎 ━━━ 𝗞.𝗠

Capitulo II

- ¿Un perro?

- ¿¡Jeon Jungkook!?- tembló ante la mirada grisácea del famoso que se encontraba frente a él mientras que el otro perro y lo que parecía ser su mánager se acercaban a la puerta a mirar.

¿Qué demonios está sucediendo? Su mente aún no procesaba lo que estaba pasando, frente a él, se encontraba el cantante que había visto hacía unas horas antes de que lo asesinaran y que lo había ayudado a levantarse del suelo cuando la estampida de fans lo habían mandado al suelo para poder alcanzarlo.

Sus patitas temblaban y sus ojos miraban alrededor con completo terror que luego fueron a parar hacia el perro que ahora reconocía como Bam. El can doberman que el cantante había adoptado hacia un par de años y que hizo su aparición por primera vez en algunos de los episodios del show de variedades que la banda del mayor tenía.

- ¿Cómo llegó este cachorro hasta aquí?- preguntó con confusión el cantante mirando con el ceño fruncido a su mánager.

- No lo sé Jungkook, tal vez un fan vino a dejarlo como regalo y el guardia se tomó la molestia de venir a dejarlo al departamento.- un escalofrío pareció recorrer al oji gris.

- Les dije que dejaran de mandar cosas.- gruñó enojado frotándose la frente con frustración.

- ¿Cómo es que saben dónde vives?- el menor se encogió de hombros.

- ¿Cuando estará lista esa casa, dijiste?- en su lugar le preguntó acomodando al pequeño cachorro en su regazo mientras se sentaba en la cama.

- Como en unos meses.- pareció recordar.

- ¿Antes de que tenga que ir al servicio, o después?- trataba de enfocarse en la conversación del cantante y mánager pero le estaba saliendo difícil con Jungkook acariciando detrás de sus orejas mientras sentía la mirada celosa del can marrón frente suyo.

- Creo que después, cuando ya estés haciendo la milicia se te notificará.- informó, su mirada se encontró con el pequeño cachorro dorado que miraba todo con curiosidad.- Y, ¿qué vas a hacer con él?- la mirada de Jungkook bajo hacia su regazo.

- No lo sé, no había tenido la idea de tener otra mascota.- alzó por las axilas al perro y lo puso frente a él tanteando su cuello.- No tiene collar, lo cuál descarta que traiga una cámara con él. Tal vez lo daré en adopción.- las orejas de Jimin se alzaron en tensión. Jungkook continuó hablando.- Mándale un mensaje a los chicos y pregúntales si están interesados en adoptar un perro. También envíaselo a Eunwoo y Mingyu.- ordenó mientras dejaba al can en la cama y salía de la habitación.

Genial, lo que me costó bajar de esta cama para que me vuelvas a subir, pensó con irritación mirando el como Bam lo miraba con burla y salía de la habitación con su larga cola moviéndola de un lado a otro. Me caías mejor cuando no te conocía, pulgoso.

Mirando sus patas y luego a la única almohada blanca que había en el colchón, una idea surcó de su mente. Mordiendo un extremo de esta, jaló hasta que esta quedó tirada en el suelo debajo de él.

¿Porqué todo se ve tan grande? Se preguntó mirando hacia abajo y sintiendo que el piso se hacía más y más lejos. ¡Vamos, sin miedo, tú puedes! Tomando una gran bocanada de aire, retrocedió para luego correr y saltar a la almohada, todo con los ojos cerrados.

Su pequeño cuerpo dió una vuelta completa hacia el suelo, pero milagrosamente no se dió ningún golpe. Con entusiasmo salió corriendo de la habitación tropezandose con una pared y haciendo un ruido sordo. Su hocico empezó a doler de una manera sobrehumana haciéndolo sonsacar un chillido.

El sonido de la risa de Bam, lo irritó. El mánager de Jungkook, quién se encontraba en el sofa mientras encendía la televisión, asomó su cabeza por la esquina de la pared del pequeño pasillo y lo encontró con sus patitas en su hocico haciendo pequeños chillidos.