09

173 17 1
                                    

Otro día, corrí al salón y jungkook no estaba eso me desconcertó un poco, el nunca llega tarde mas bien diría que esta obsesionado con la puntualidad, había salido de casa tan temprano por nada, tome asiento y comencé a  pensar las cosas, el es realmente lindo, solo una vez he visto su hermosa sonrisa y un pequeño mohín que había hecho al terminarse su leche de plátano, el recordar eso hizo que mi corazón latiera con rapidez y una sonrisa se formo en mis labios, sin duda algo había hecho Jungkook conmigo como para que estuviera sonriendo como idiota recordando su peculiar forma de ser.

Las clases comenzaron pero no vi entrar a Jungkook, algo me decía que había pasado algo malo, mis manos comenzaron a sudar, sentí una fuerte desesperación quería salir corriendo al área de derecho para preguntarle a Namjoon por Jeon pero tampoco quería tener un ojo morado, dentro de poco sería el campeonato y no quería tener que explicarle al coach del porque me presentaría así.

Trague fuertemente y limpie mis manos en mi pantalón, deje de prestar atención mi vista se nublo y con ello un fuerte dolor de cabeza vino acompañado por imágenes que no sabía que había olvidado.

Me dió un fuerte mareo y con ello el fuerte grito del profesor me hizo levantar la mirada el estaba enfrente de mi con el seño fruncido y el hablaba pero yo no lo escuchaba, era como si mi mundo se hubiera puesto en mute.

Desperté y ni siquiera estaba en la escuela, era una habitación blanca el ruido del monitor me hizo voltear, era un hospital, tenía que ser una broma,  yo debía salir de aquí, no podía estar comencé a hiperventilar y respirar con gran dificultad el monitor comenzó a sonar más rápido y con ello una enfermera entro.

—tranquilo, todo está bien — decía ella con tranquilidad.

Debía estar en casa, el hospital era malo, mi hermano murió en el hospital, mis manos comenzaron a temblar y dejé de sentir las piernas mi corazón seguía latiendo con rapidez, quería irme.

—Doctor Wilson!!— la enfermera dió un fuerte grito.

Mi vista estaba borrosa y apenas podía escuchar con claridad lo que decían los doctores, escuché el odiado “sedalo” no me podían sedar otra vez, era mi mayor miedo.

—¿Estas mejor? —la suave voz de Jin me despertó.

—no, no quiero estar aquí, quiero ir a casa —dije viendo a los lados con temor.

—jimin está bien, tranquilo —jin se tocó mi cabello.

—¡no Jin! Nada está bien —hable exaltado, mis ojos picaban.

—bien, hablaré con el doctor para irnos a casa, tranquilo —dio una sonrisa pero lo tome del brazo.

—no me dejes solo —las lágrimas ya habían empezado a mojar mis mejillas.

—bien, Tae vendrá en un momento el hablará con el doctor, tranquilo —se veía la preocupación en su rostro.

🐰🦖

— ¿Te sientes mejor? —pregungo hoseok.

—lo estoy, gracias por ir por mi —conteste y agradecí al sentarme en el sofá.

—¿Por qué te pusiste así? —la pregunta de Jin se escuchó en el gran silencio.

—estaba preocupado, jungkook no fue a clases —di un suspiro mientras contestaba — después me sentí mal y varias imágenes que no recuerdo ahora vinieron a mi mente —termine mi respuesta.

—jimin recuerda que tienes un transtorno difusivo de estrés postraumatico es normal que te lleguen algunas lagunas —tae intervino.

𝑪𝑶𝑵𝑬𝑱𝑰𝑻𝑶𝑺 𝒀 𝑫𝑰𝑵𝑶𝑺𝑨𝑼𝑹𝑰𝑶𝑺 [En Pausa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora