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¿Mi nombre? Pues, la verdad, no soy muy buena relacionándome con la gente, pero bueno. Mi nombre es _____, y soy de una ciudad la cual preferiría mantenerlo en privado por necesidades personales. El punto es que en este momento me encuentro en la universidad, acabo de ingresar y mis padres me presionan para poder alcanzar mis metas, metiéndome en mis responsabilidades como chica universitaria e incitándome a mejorar mi inteligencia. Es bastante incómodo para mi tener padres los cuales te exigen cada día a meterte en temas universitarios y relacionados con la educación, pero sé que es por mi bienestar, y de ninguna manera desconfiaría en ellos si me dicen que cuando me obligan a tal cosa lo hacen porque me aman y me adoran como hija única.
En la universidad no todo me va muy bien, y no solo hablo de lo académico, sino también de lo social. No puedo conectar con nadie, ninguno de mis compañeros sabe valorarme tal y como soy, no puedo hacer amigo de ni siquiera una persona. Cada día me siento más vacía que antes, solo por el hecho de no encajar bien en un grupo donde la mayoría de las personas tienen mi edad. La verdad es que solo he hecho un par de amistades que en realidad se tratan solo de falsos amigos que te ven la cara de estúpido y no te defienden ni te valoran. La única persona con la que pude conectar bien fue con una chica que ni siquiera estudia en mi universidad, simplemente se la pasa paseando a las afueras de aquel lugar, y yo siempre me la encuentro a la hora de salida para conversar un rato sobre lo lindo que es nuestro alrededor. Ella sí que me ha caído bien, es super simpática y dulce, parece haber salido de un cuento de hadas por la forma en como viste, ese fue uno de los detalles que más me hizo enamorarme de ella.
Aun no me ha dicho su nombre real, pero ella prefirió que la llamase "Ricitos de Oro". Ese apodo me pareció bastante tierno, puesto a que ella era rubia, igual a la chica del cuento, y a pesar de que no llevaba un vestido de niña pequeña, porque más bien, la chica parecía tener más de 18 años, si me pareció un buen apodo para ella por el hecho de que su familia está integrada por osos. Así es, por osos, como la niña del cuento. De hecho, ella me mostro sus colmillos de oso que tenía en sus dientes, lo cual me sorprendió demasiado. Al principio creí que esos colmillos eran de vampiro, y no de oso, pero luego ella me explico después de que me diera un pequeño susto por pensar en ello. También, su peinado tenía forma de orejas de oso, lo cual es aún más extravagante, porque para mí, podía tratarse de una nueva moda, debo admitir que esa chica es una verdadera genio.
Ricitos me conto que ella venia de un bosque un poco lejos de la ciudad donde yo vivo. Ella me conto que tuvo una pequeña discusión con su familia sobre el hecho de depender de ella misma y no de sus padres, lo cual me identifico mucho a mi persona. Ella decidió demostrar que podía vivir sin compañía de sus padres osos escapándose de su hogar y yéndose muy lejos hasta perder el camino a casa, lo cual para mí se me hizo bastante peligroso, porque probablemente nunca llegue a regresar a su hogar. Ricitos me dijo lo difícil que es vivir con 3 osos, porque además de solo tener que comer miel todos los días, ella tenía que adaptarse a vivir como un oso, tenía que dormir como oso, tenía que ir al baño como oso, en fin, tenía que hacer todo como lo hace un oso, y para ella, eso es bastante indignante, ya que como ella es humana, no le gusta vivir como lo hacen los animales. Y si, a ella le encanta pasar el tiempo con su familia, pero últimamente si ha sentido presionada por sus padres para poder convertirse en una osa de verdad, lo cual, para ella, le ha resultado una tarea muy difícil. Por eso, ella decidió abandonar su familia de osos e irse a vivir a la ciudad. Me dijo que tomo un camino muy largo para llegar hasta acá, y duro mucho tiempo caminando, exactamente, 2 días. Y si, tuvo que comerse animales para sobrevivir del hambre, pobrecita.
Cuando ella llego aquí, empezó a andar por toda la ciudad como una vagabunda, pidiendo comida y dinero a la gente que pasaba a su alrededor, mostrando su lado carismático y tierno a cualquier persona que se le atraviese, pero lamentablemente, eso no resulto para Ricitos en poder tener algo que comer, algún amigo, alguna cosa, no le sirvió para nada. Todos la veían como una vagabunda más, todos decían que olía mal, que daba miedo, que venía del bosque, lo cual técnicamente es cierto, pero para ella, que le digan eso es bastante ofensivo. No fue hasta hace unos días que encontró mi universidad, donde decidió quedarse a vivir por unos días, ya que ella dice que cuando todos los alumnos salen, ella se siente muy pero muy encariñada, no sé porque, si absolutamente nadie le presta atención a su presencia, solo yo y algunos amigos más, pero nadie más. Cuando todos entran a la universidad, ella se encuentra durmiendo en una esquina, es en la hora de salida donde ella se encuentra presenta para recibir amor, bueno, al menos en la hora donde yo salgo, porque en mi universidad, no todos los alumnos salimos a la misma hora. Debo agradecer que al menos salgo a la misma hora que algunos de mis amigos, pero bueno. El punto es que ella pudo recibir mi cariño y mi respeto, no solo por el hecho de venir de una familia sumamente extraña y hasta terrible, sino también por el hecho de que ella fue muy despreciada por toda la ciudad los primeros días que estuvo andando por ella. Admito que vivir con osos es feo, y que te traten mal por eso es aún mucho peor, así que un día decidí llevarla conmigo a mi casa, para que pueda tener, al menos, un lugar para dormir y comer tranquilamente.
Ricitos es una buena chica, la verdad a mí me ha caído super bien, lo malo es que cuando ella vino a mi casa por primera vez, mi familia no la recibió de buena manera, lo cual me pareció bastante vergonzoso, triste e indignante. Al final, le convencí a mis papas para que se quedara a dormir, pero ellos no lo tomaron bien al principio. Afortunadamente, al final si aceptaron que se quede, pero para ellos, la presencia de Ricitos les parecía una verdadera tortura. Ricitos duerme en mi cuarto, en un colchón a parte al lado de mi cama. Estoy orgullosa de haber podido ser amiga de una chica que, de verdad, merece ser amada por todos.
