Alisson King

6 1 0
                                    

Corrí y corrí tanto como mis piernas me lo permitieron pero no fue suficiente para alcanzar a Jacob, él iba a unos cuantos metros de ventaja por lo que se me hizo imposible ver donde se había metido. Cuando ya no pude seguir corriendo más, paré un momento para tomar aire y respirar. Estaba muy sofocada por lo que mi respiración era un desastre, me sentía ahogada; como cuando corres un maratón. Al volverme el alma al cuerpo me detuve a mirar el lugar en donde estaba, como había corrido tan rápido no me había dado cuenta de cuánto lo había hecho ni al sitio que me había llevado la persecución de Jacob.

Al ver cuántos almacenes me rodeaban caí en cuenta de inmediato que me había alejado mucho de casa, no supe donde estaba hasta alcanzar a ver un cartel que anunciaba que era una zona privada de prohibido el paso (ALMACENES CON CONTENIDO PELIGROSO).

Al ver el cartel me asusté un poco pero no lo suficiente para asustar a mi curiosidad así que seguí adelante, a parte de los almacenes habían naves con candados resguardando lo que fuera que tuvieran dentro, al ser de noche una oscuridad consumía al cielo y solo unas pocas estrellas se podían ver, las luces que alumbraban el lugar eran tenues por lo que la iluminación era opaca y débil así que encendí la linterna de mi móvil, al dar unos pocos pasos más de donde antes me había detenido la calma y el silencio que antes reinaba fue intermpido por un ruido proveniente de un poco más adelante, se escuchó como si una puerta se abriera y se cerrara, seguí el ruido y caminé hasta detenerme frente a una gigantesca puerta de hierro, la cerradura estaba abierta por lo que, sin pensarlo dos veces, entré.

Al estar ya dentro voces se escucharon pero no las podía oír bien así que me adentré más en el lugar y al hacerlo ví que en realidad el lugar estaba sucio y abandonado, con tubos oxidados en el suelo y con paredes rayadas de grafitis en muchas de ellas.

Cuando di algunos pasos más hacia el interior me quedé paralizada en el lugar al ver de pie a un hombre alto con un costoso traje negro y con un arma en su mano derecha apuntando directamente hacia la cabeza de...

-¿Jacob?

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo era...

-¿Hija?

-¿Papá?

-¿Q...Qué está pasando?-mi voz se escuchó quebrada ya que al ver lo que pasaba enfrente de mí lágrimas resbalaron por mis mejillas dejando rastro de humedad por su paso.

No entendía que estaba pasando, ¿Por qué mi padre estaba aquí? y ¿Por qué le apuntaba con un arma a Jacob?.Al tener tantas preguntas en mi cabeza sin respuestas quise enloquecer así que exigí respuestas y al tenerlas un disparo cambió todo...

-¿Qué haces aquí? y ¿Por qué apuntas con un arma a Jacob?-aún mi voz se oía débil pero lo suficiente clara como para que los dos la escucharan.

-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos y sigues igual de hermosa como tu madre-sus palabras me tomaron de sorpresa como me tomó de sorpresa ver con la facilidad que empuñaba un arma mientras hablaba tan tranquilamente.

-Han pasado 7 años, siete putos años y nunca he sabido de ti, nunca me buscaste y mucho menos te preocupaste si estaba bien y lo primero que me dices es eso-aunque lágrimas brotaban de mis ojos una risa sarcástica salió de mis entrañas y luego unas palabras:

-La verdad es que ya no me sorprende nada que venga de ti, si dejaste a tu familia tirada puedes hacer cualquier cosa con la misma facilidad que nos dejaste aquella noche-las palabras que salieron por mi boca me dolieron como me había dolido el abandono del hombre que había amado cuando pequeña, como las lágrimas que derramé cada noche tratando de encontrarle un ¿por qué nos abandono? o como cuando mi hermana preguntaba donde estaba su padre y mi madre tenía que mentirle. Aunque dolía cada palabra que pronuncié reuní las fuerzas necesarias para hacerlas sonar fuertes y crueles, sin pisca de dolor o sufrimiento.

"Si no me amas...Dispara"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora