Lujuria de Sangre I

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Un mes, un mes que no veía a Cale, por lo que sabía, gracias al cuidado de Alberu, él había estado en casa, y mi hijo lo había estado cuidando junto a Vicross. Los papeles y tramites de la comisaria se habían amontonado, me habían ofrecido un empleo, ser el jefe de esta estación, pero no cualquier estación, el estado la quería como una base.

Pero realmente a él no le importaba, pero si su pareja estaba aquí, era mejor que cualquier otro lado. 

Hay frente a mi había dos carpetas, eran ambos asesinos expertos, podían ser lo peor y letales de ellos, por lo que sabíamos, había ido a entregarse hace unos meses, y se negaban hablar, solo un simple "me aburrí", ahora ambos venían viajando para ser los nuevos capitanes, si deberían estar en prisión, pero eran los mejores del rubro, luego de un trato, todo salió mejor para ambos, aunque él estaba seguro que ellos usaron algo para cambiar el parecer de los jefes, no podíamos poner alguien con tal talento de disparo y estrategia como un oficial.

Abrí la primera ficha y la revisé nuevamente, Gleen, un asesino potencialmente bueno en la sección de disparos, francotirador y cualquier arma posible de apuntar, incluyendo los cuchillos, tenía 35 años, había perdido a su único hijo por los policías en una rodada.

Abrir la segunda ficha Kim Hillsman tenía casi 38 años, y era un vampiro, y que sorpresa era amigo de Gleen, eran un equipo letal, se habían separado hace dos años, pero pronto volvieron a unirse, observé el armamento, como lo supuse, era letal en armamento, incluyendo en bombas caseras y químicas.

— Padre— levante mi cabeza a la vez que cerraba los documentos en mi despacho — Cale nos ha invitado a la casa a cenar. —

— Estupendo — dije sonriendo rápidamente, y me levanté, quería ya verlo, y besarlo cuanto pudiera. –

— Deberías afeitarte —dijo Alberu mirándome divertido—

— Oh, si verdad— dije para ir a mi habitación y arreglarme, tomé los últimos pantalones que mi padre me había mandado, eran unos pantalones de cuero entubados, y una hermosa camisa blanca, me afeite y arregle mi pelo, debía ver me presentable para mi pareja. —

— Wow— mire a mi hijo que me miraba sorprendido — tu, wow ... solo wow. —

Al bajar tuve las mismas reacciones de mi hijo y hermano, al salir de la casa veía la de Cale con distintas personas entre ellas su médico y enfermero, sonreí todo podían conversar y llevarse bien.

— Cale —le llame entrando a la parte trasera de su casa donde se hacia el festín—

— Subió hace unos momentos — dijo el doctor Hans, asentí y entre nuevamente—

— Rok Soo— Oí de la parte superior de la escalera, me quedé sin aire, ahora con su rostro sin golpes, y desinflamado, su cabello cortado y una hermosa ropa, él era un ángel, el ser más hermoso que había visto. Y era suyo para la eternidad. Él se iba asegurar de eso. —

— Cale — le llame subiendo cada escalón sin apartar la vista de él, era el momento, el momento donde iba tenerlo en mis brazos y no lo soltaría, al fin pude sentir nuestro lazo, el lazo que no había sentido cuando lo vi, o cuando provee su sangre, extendí mi mano hacia su mejilla y él se inclinó— Cale

— Dime Rok Soo— dijo suavemente mirándome. —

— ¿Te unirías la eternidad a mí? – pregunte con duda, incertidumbre, pero sobre todo con el deseo de tenerlo junto a mí, para siempre — te prometo, que, si aceptas, te amare, te respetare, te complaceré y te daré el mundo si me lo pides. —

— Rok Soo – el me llamo para bajar sus labios a los míos y depositar un suave beso — me uniré a ti a la eternidad, pero ahora no, estamos a medio de una fiesta. —