‼️> Personajes NO míos, créditos a @LaSenioritaAbe en YouTube.
One-Shot's variados de Evan y Johan como pareja o cerca de ello.
• Evan!Top / Johan!Bottom
• Actualizaciones muy lentas.
• NSFW: probablemente.
–>No pregunten, pero tengo el HeadCanon bien insano de que el Sebas y Johan se cuentan todo como si fueran amigos de toda la vida, vecinos chismosos jajks‐
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En las zonas oscuras del infierno, en un barrio de mala muerte (literalmente), se encontraba un demonio de ojos amarillos leyendo un libro de suspense prestado por su vecino. Así hubiera continuado su tarde si no fuera porque alguien lo llamó, su ex‐mejor amigo y actual pareja.
—Eh... ¿Aló? —dejó un libro al lado, agarrando su teléfono.
—¡Hola, Johie! —saludó animado el rubio, una emoción característica en él—. Me preguntaba si, ya sabes, emmm... ¿Quieres salir a pasear o algo? Para pasar un rato los dos solos...
Y es que sí. Ninguno se quejaba, ya que mantenían con sus demás compañeros, a los que eran muy unidos. Pero como reciente pareja también querían algo de privacidad para ellos, sobre todo el azabache. Así que sin pensarlo mucho, contestó.
—Bueno, me parece bien. ¿Ya tienes pensado algún lugar?
—Sip, ¡podríamos ir al parque! O también estar en algún restaurante que encontremos de paso. ¿Qué te parece?
—Me parece perfecto, rubio —respondió cansado, relajándose y acostándose un poco, pues estaba sentado—. ¿A qué horas tengo que estar preparado?
—¡¡Pues lo más pronto posible, porque ya voy para allá!! Te quiero, chau.
Y le colgó. Johan suspiró, guardó su móvil y se levantó. Fue a su armario para revisar si tenía alguna prenda decente, pero solo encontró una sudadera. Aunque tampoco era extraño, porque acostumbraba a ir expuesto, pero al ser su primera cita quiso ir un poco más formal.
Iba dándose los últimos retoques (peinarse un poco, viendo si sus cuernos estaban limpios) cuando escuchó el timbre de su casa. Fue rápido al pensar que era el rubio, pero al abrir la puerta se dio cuenta de que era Sebastián, otro demonio con el que no era muy cercano pero se llevaba bien.
—Hola, Sebas —saludó neutral al egipcio, que solo movió la mano en respuesta—. Asumo que vienes por el libro, ¿verdad?
El gatuno volvió a asentir. Un dato curioso es que Sebastián no era un gran hablador, pero igualmente era bastante educado. Se quedó parado en la entrada mientras el más bajo se fue a buscar el libro a su habitación. Se recostó en el marco de la puerta, pero eso fue por poco tiempo ya que Johan volvió rápido.
—Aquí tienes —le ofreció el libro, siendo agradecido con una reverencia.
Antes de irse, miró de arriba a abajo al azabache, notando que estaba más arreglado de lo normal.
—¿Vas a salir con él? —movió su cola y orejas curioso.
«Vaya que para eso sí hablas, ¿no?» Pensó Johan con algo de gracia. Y es que le había estado contando al egipcio los sentimientos que tenía por el rubio, y claramente le contó (casi chillando de alegría) cuando comenzaron su relación oficialmente.
—Sí. Ahora, me tengo que ir. Y gracias de nuevo por el libr‐
—¡¡¡JOHAAAN!!!
El oji‐amarillo no pudo ni reaccionar cuando ya tenía al rubio dándole un fuerte abrazo y otorgándole múltiples besos esparcidos por su rostro y pelo. Se removió avergonzado al ver de reojo a Sebastián reírse un poco y darle un pulgar hacia arriba. Se apartó de Evan para indicarle al observador que se podía ir, cosa que hizo.
—¿Cómo ha estado mi depresivo favorito? —dijo con gracia el oji‐rubí.
—Jódete —gruñó algo molesto—, pero sí, estoy bien.
—Me alegro. Bien, pues ya tenemos que ir saliendo porque creo que va a llover... —revisó su móvil, viendo la predicción del tiempo.
—Y justo tenías que escoger hoy para salir, ¿no? —miró serio a su novio, cruzando los brazos.
—Ay, pues perdón. ¿¿Y yo que iba a saber que llovería?? —agarró a Johan de la mano y yendo hacia la entrada/salida.
Ambos salieron del edificio, dirigiéndose al parque. Se fueron a sentar en un banco, escuchando a los pocos diablillos que quedaban jugando y alguno que otro coche pasar. El azabache se recostó y se puso a mirar el cielo que ya estaba nublado, mientras el rubio solo jugaba con sus manos.
Al final lograron quedarse ahí durante un buen rato, antes de que Johan notara como le caía una gota de agua hirviendo en la cabeza. La sacudió y bajó la mira, encontrándose a Evan medio dormido. Esto le causo algo de ternura, así que para no despertarlo, con algo de dificultad lo cargó.
Iba a ser sincero, le fastidiaba un poco que en su primera vez saliendo solos hubiera empezado a llover, pero el punto de la cita era pasar tiempo juntos, no necesariamente salir a algún lugar. Salió de su pensamientos. Empezó a caminar más rápido al notar que las gotas ardientes ya caían con mayor intensidad.
«Mierda, mierda, mierda» Pensó, al notar que no se había acordado de llevar sus llaves. Removió a Evan para que se despertara y pudiera ayudarle, pero el oji‐rubí parecía una piedra.
—Como no conteste... —fue hacia la columna de timbres que había en el portal, y presionó uno—. ¿Hola, Sebas? ¿Me puedes abr‐
Suspiró de alivio cuando vio la puerta frente a él abrirse dejando ver a su vecino en un cómodo pijama. Le agradeció rápidamente y subió a su piso. Al llegar, dejó al rubio en su cama y fue a la cocina para hacerse alguna bebida caliente, y para Evan también.
Al volver, vio al oji‐rubí sobándose el ojo, mientras murmuraba cualquier cosa.
—¿Qué pasó...? ¿Johan...?
—Te quedaste dormido, y empezó a llover. Deberías agradecerle a Sebastián, él fue el que nos abri‐
—Ah, sí, él... —se quedó mirando a la nada, recordando cuando lo conoció. Sacudió la cabeza para sacarse eso de su mente—. Y perdón por esto, no estaba planeado...
—Tú nunca tienes nada planeado. Pero no te preocupes —se sacó la sudadera, ya que no estaba acostumbrado a usarla y se acostó al lado de su pareja—, si te digo la verdad ya me lo venía venir —tapó a ambos con la manta—. Así que está bien.
El rubio solo se quedó pensando. El azabache se giró a verlo para ver qué hacía. Solo se sorprendió un poco cuando sintió cómo lo abrazaban por la cintura, y como respuesta solo cerró los ojos, siendo ésta acción imitada por Evan.
Y así se quedaron esa tarde lluviosa. Abrazados y disfrutando de la compañía del otro. Al final sí pasaron una buena primera cita.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
1080 palabras
Hay tienen, ya tienen su primer One‐Shot. Ahora déjenme chambear. 😭👊