Caminar por la noche es relajante para mí, es silencioso, agradable el clima, buena vista de la flora y fauna, nadie molesta.
Caminando por el bosque es muy peligroso, más si es en estas horas de la noche o madrugada, ya perdí la loción del tiempo. Salí de casa hace medio día solo para despejar mi mente de otros problemas y situaciónes que no eran muy grandes o graves, pero en solamente pensar en esos pequeños detalles me da un dolor de cabeza, migraña o estrés.
Adolorido del cuerpo por estar caminando sin rumbo decidí regresar a mi hogar, pensando en tirarme en la cama pero algo me quedo en duda...
¿Cuántos botones tiene mi suéter?
Valla forma de pensar que tengo, ¿que tiene que ver eso con lo que estoy haciendo?
Bueno, no las e contado ni en un momento y ese tipo de preguntas me llegan en la cabeza en cualquier momento, en serio, en cualquier momento.Bueno, las contaré cada una de ellas, no pierdo nada en hacerlo, ¿verdad?
Agachó un poco mi cabeza para comenzar a contar pero...
Dejé mi suéter en el bosque.
En mi suéter están mis llaves, donde están mis llaves está mi celular y en dónde está mi celular está mi cartera, en mi cartera esta mi dinero y en donde está mi dinero está el mapa del bosque.
Que problema.
Bueno no importa, están las huellas de mis botas en la tierra cuáles me ayudaran en regresar en el sitio que deje mi suéter. Mis pasos se escuchan por una pequeña parte del inmenso bosque, buscando mi suéter con la luz de la luna llena guiandome y con los árboles de un tono rojizo de compañía junto un suave viento acariciandome la cara.
Al pasar los minutos (que se convirtieron en horas) llegué a un río la cual su agua era cristalina con piedras de carbón, junto a una gran cascada.
En la cima de una gran roca del mismo color está mi suéter.
Al tomar el suéter dije en vos alta: quién lo diría mi suéter no tiene botones... jajaja bueno que se le va hacer.
Fin del capítulo xd
