Érase una vez en una noche tormentosa en abril, un murciélago volaba buscando refugio para no mojarse.
Después de tanto buscar encontró en el bosque una gran casa abandonada. Sin más remedio decidió entrar en ella pero parecía que las ventanas y la puerta estaban cerradas, afortunadamente encontró un agujero en la puerta.
Al entrar se dirigió al suelo; rodeado de un humo morado el pequeño animal se transformó en un chico de metro 80 con los laterales de su cabeza rapados, una cicatriz en su cara, ojos morados y unos colmillos en su boca.
Cuando desapareció el humo el muchacho se paró y empezó a caminar por la casa, al parecer estaba en medio de la sala principal, teniendo una escalera en frente que se dividía por los dos lados; la tormenta era fuerte y se escuchó un rayo, resaltando su resplandor por las ventanas, tan pronto como sonó el rayo una gruesa voz hablo.
- ¿QUIÉN OSA ENTRAR A MI HUMILDE MORADA? - se escuchaba por todo el lugar, el vampiro se puso alerta.
- eh lo siento, es que la tormenta me atrapó de repente y buscaba un lugar donde descansar - explicó con pena, no era muy noble de él pero pensaba que no había nadia.
- NO ME IMPORTA, LARGO DE AQUÍ ¡AHORA! -
De la nada muchas cosas como candelabros, jarrones, harmas y más empezaron a levitar y moverse en dirección hacia el muchacho.
El joven empezó a esquivar con gran velocidad y empezó a correr mientras los objetos lo perseguían.
Tan rápido como un rayo el joven corría por los pasillos, concentrado en esquivar las decoraciones flotantes. Pero al voltear por un momento, visualizó a alguien de cabello largo sentado en el comedor, sin embargo iba demasiado rápido y unos cuchillos lo estaban alcanzando.
Cuando logro perder esos objetos pudo descansar un poco. Al parecer de tanto correr llegó al segundo piso, decidió explorar un poco la casa con más calma para averiguar quién fue el causante.
La lluvia seguia siendo fuerte y se escuchó otro trueno, el joven llegó a un cuarto con la puerta abierta, al adentrarse pudo visualizar a un niño durmiendo en un tocador, al parecer era la misma silueta que vió antes
Al adentrarse en la habitación se dió cuenta que no era un niño, era el reflejo del mismo y no había nadie sentado en el tocador.
Esto dejo en shock al vampiro, preguntándose si lo que había visto antes era una ilusión. No fue hasta que una voz lo llevo a la realidad.
- ¿Qué haces en mi casa? - pregunto una voz baja y sería pero a la vez dulce.
El vampiro volvió a mirar el espejo, se veía que el niño estaba parado y al parecer lo estaba mirando pero no estaba muy seguro ya que no se apreciaba su propio reflejo, solo el del niño.
- oye, te estoy hablando a tí - la voz sonó un poco más fuerte pero seguia siendo suave.
Entonces el mayor se volteo y pudo apreciar mejor al menor, tenía una tela en la cabeza, ropa muy fina y unos zapatos con una joya peculiar, también tenía el cabello largo y negro con mechas mechas verde menta igual del color de su ojo derecho mientras que en el izquierdo tenía una pequeña máscara que cubría su ojo.
Tenía una expresión sería y de pocos amigos pero no parecía ser peligroso; el vampiro estaba un poco sorprendido pero estaba llegando a la conclusión de una hipótesis que surgió desde que se escuchó la voz espeluznante.
- lo siento, si hubiera sabido que había alguien viviendo aquí no habría entrado sin permiso - dijo mientras hacía una reverencia al menor - lo que pasa es que la lluvia empezó de repente y necesitaba un lugar para resguardarme mientras....-

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El Vampiro y el Fantasma (Genmui)
أدب الهواةHola a todos, espero que estén bien Atención amantes del Genmui, hoy les traigo está mini historia, la cuál ya había subido (recientemente) en otro libro como especial de Halloween. Pero para darle más oportunidad de ser reconocida la subí aquí. Ser...