Esta es una historia fooligetta.
Esta historia es con los cubitos no con los streamers reales, tal vez tenga un poco de lemon.
Es mi primera historia así que probablemente esté horrenda.pero haré todo lo posible para que esté aceptable.
Por favor no...
Vegetta tenía uno de los miembros en su boca mientras que con una de sus manos masturbaba el otro miembro, sacó el pene de su boca y soltó el que masturbaba, se paró y se acercó a Foolish para susurrarle algo al oído
V-Follame... por favor
Foolish solo sonrío con malicia y agarró con sus dedos en la cintura de sus pantalones y los bajó con su ropa interior. El líquido pre-seminal que rezuma de su hendidura se había deslizado hacia su bola, dejándolo completamente mojado.
Vegetta se estremeció al aire de la habitación que adornaba su erección y jadeó en silencio.
Foolish puso su mano entre sus piernas y agarró su pene, haciéndole gemir. Las yemas de los dedos acariciaron la punta húmeda, cubriéndolos con líquido preseminal y se arrodilló.
F-Abrelas mejillas, cariño...
Vegetta lo miró ligeramente mientras estiraba la mano hacia atrás y abría las nalgas, dejándole Foolish ver su entrada rosada y necesitada. Mientras Foolish aún masturbaba su miembro.
V-Foolish, por favor... ve más rápido, por favor... mmhg
Vegetta se mordió los labios para evitar que salieran gemidos, cosa que no logro en su totalidad, solo había bajado el volumen con la que resonaban sus gemidos en la habitación.
Foolish acercó su cara a la entrada de Vegetta, dejó que su lengua se destacara, apenas tocando la entrada de su ahora novio. Eso hizo que Vegetta se estremecera y jadeara en voz alta.
V-Gaah, adelante... por favor, por favor... Lo quiero mucho...
Su respiración era pesada y sus manos abrían más las nalgas, moviendo sus caderas contra la cara de Foolish
F-¿Qué quieres, cariño? Hay muchas cosas que podría hacerte ahora mismo
Su respiración flotaba justo en su entrada, haciendo temblar sus piernas y su necesidad crecía inmensamente.
V-Yo... Quiero que me folles el culo... por favor.
Con las mejillas enrojecidas de emoción y vergüenza, Vegetta miró al hombre más alto, que solo sonrió y se lamió los labios, con una mirada hambrienta en sus ojos haciendo que Vegetta se sintiera como la presa de Foolish. Abriendo el agujero con los pulgares, su lengua entró, lamiendo sus estrechas paredes y cubriendo cada centímetro del interior de Vegetta con su saliva.
