Ho se dirigía a la cocina por una jarra de agua y una taza para la mujer que debía tomar sus medicinas. Saludo cortamente a Thomas quien llevaba un cesto de ropa lavada a estender. Luego debía planchar eso.
Tras tener todo en una charola comenzó a caminar hacia el cuarto de la mujer pero el toque a su hombro se detuvo.
-Joven Jeon. ¿Nesecita algo?.-Hablo en alto para que pudiese escucharlo.
-¿Eso es para mi abuela?, ten cuidado o puede ya sabes, caerse.-Sonrió cortamente y permitio que el continuase caminando. Aunque al acercarse por detrás y ponerle una traba termino sobre el suelo. Mojado.
-Oh. Lo siento, te dije que tuvieras cuidado.. ¡Thomas!, ¡ven aquí!.-Grito y el mencionado llego para ver lo ocurrido.
-¿Qué nesecita señor?. -El chico tan solo sonrió brevemente. -Y-Yo, no puedo su madre me dio orde-.
-Mi madre no está aquí ahora, además. Puedo hacer que te despidan de todas formas.-Levantó los hombros.
Paso saliva y Ho quien trato de reincorporarse y escuchaba la extraña conversación que tenían esos dos. Solo los miro confundido. Discúlpeme, fue lo que la mirada de Thomas decía tras patearlo duramente en el estómago.
El chico se retorcio del dolor y jadeo mientras se abrazaba a si mismo. Despues de eso, solo recibió más golpes hasta que solo se detuvo y el intento reincorporarse pero no pudo.
Tenía la vista nublada y terminó por desmayarse sobre el suelo.-Uhg. Que patético, levantalo y llévalo a su cuarto. Yo le dejo a mi abuela su medicina.
-Si, joven Jeon.
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-Perdóneme, no quería hacerlo.-Dijo el hombre mientras limpiaba sus heridas.-No eres el primero al que maltrata después de todo..
-Creí que dejaría de ser tan agresivo al ser un hombre. Pero creo que eso no le importa..-Suspiro y dejo descansar al joven.
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El chico sintio un ligero malestar que termino despertando. Estaba en su cuarto, había unos medicamentos y una taza de agua. Tan solo la tomó en conjunto de la misma.
Dio un suspiro bajo y al divisar la hora eran casi las cuatro. Salio de su habitación y diviso a la señora Jeon hablando con su hijo.
Un escalofríos recorrio su cuerpo cuando ese chico sonrió de manera extraña.-¡Ho Seok!, me dijo Koo que te habías desmayado, espero que estés mejor.-Se acercó ella a tocar su frente, aunque noto un par de golpes en su labio y mejilla.
-S-Si, lo siento mucho señora. Prometo que no volverá a suceder.-Reverencio asustado.
-Tranquilo, no pasa nada. Mi esposo llegara esta tarde, tendremos una cena todos juntos.-Sonrió.
-Así que, puedes bañarte y ponte lindo. Mi esposo tiene ganas de conocer al nuevo cuidador de su madre. Mientras tanto, Koo le hará compañía a su abuela, yo también iré a arreglarme.
El chico asintió y reverencio para permitir que ella se retirara, y tan pronto lo hizo, Koo se acercó a sujetar su rostro.-¿Ya te sientes mejor, sirvienta?.
-J-Joven Jeon, suelteme por favor..
-Ahs, eres demasiado aburrido.-Lo soltó para cruzarse de brazos.-¿Descansaste niñita?.
-Deje de usar esos términos conmigo. Soy un hombre..
-Oh, desde luego. Un hombre.-Una risita agraciada tras decir ello. Sólo se acerco para sujetar su nuca y unir sus labios. El menor quedó helado en su lugar, aunque en total disgusto a ello, se quejo cuando el lamio de manera lenta sus labios. Logro empujarlo, pero eso pareció molestarle mucho.
Una bofetada fue lo único que volvió a recibir.-No me toques, tus manos de pobre no deben tocar un traje tan fino como este.-Se burlo y se marcho con su abuela.
Jung solo huyo a su habitación donde cerró la puerta y se dejó deslizar por la misma mientras se abrazaba a si mismo y se permitió llorar asustado y confundido a toda esa situación..
