Capitulo Cinco

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Mis ojos se abrieron ante la sugerencia inesperada.

En el pasado, incluso ahora, apenas recuerdo jugar con amigos de mi edad.

El hecho de que entré en un cuerpo joven no significa que mi mente se haya convertido en un niño, pero mi corazón latía con alegría.

—¿Puedo hacerlo?

—Por supuesto…

El rostro del niño de su edad que sonreía inocente se convirtió instantáneamente en un demonio.

—¡Qué no!

Me dio un ligero empujón en el hombro.

Como estaba sentada en una silla, mi cuerpo se tambaleó un poco. No me dolía demasiado, pero me sentía horrible.

—Oye, hay algo que mi mamá siempre me dice, ¿sabes qué es? No juegues con un niño sin padres. Pero no tienes padres, ¿verdad?

—………

—Hola, Kairon. ¿Qué estás haciendo?

—Me rogó si podía jugar con nosotros.

¿Cuando dije eso?

Él fue quien dijo que podría jugar con ellos. Me sentí triste e injusta.

—¿Quién es ella?

—La niña que lloró durante la reunión.

—Ah, ella.

Los niños que se acercaban me rodearon y me imposibilitaron moverme.

—Oye, déjala. ¿No está alquilando una casa aquí ya que no tiene una? ¿Cómo se supone que voy a jugar con una niña que no tiene hogar? Mamá y papá me dicen que no juegue con niños sin hogar porque están en un nivel inferior.

—…….

Entonces el niño que me había empujado me miró con una sonrisa.

—¿No tienes padres, ni hogar, ni apellido, ni siquiera amigos? Entonces, ¿qué diablos tienes?

Fueron precisamente las palabras que pincharon mi trauma. Mis puños temblaron ante los comentarios abiertamente sarcásticos.

“Tengo que contenerme.”

Apreté los puños y aguanté, pero alguien me golpeó la cabeza.

“¿Pero cuál es el punto de contenerse?”

Con ese pensamiento repentino, moví mi cuerpo.

Estuve a punto de golpear esa cara desagradable y tirar de su cabello, pero el joven retrocedió y se rió maliciosamente.

—Si me golpeas, tendrás que pagar, ¿sabes? ¡Mi madre dijo que se debe dar dinero de comparación luego de golpear a alguien!

En respuesta a esas palabras, la mano se detuvo. Cada palabra que pronunció este pequeño mocoso me molestó.

Estaba lleno de malicia.

Crack, escuché el sonido de la razón rompiéndose.

Como referencia, yo no era del tipo que apretaba los dientes y toleraba la malicia.

No me gusta parecer débil. Así que siempre sonrio…

Prefiero morder como a un perro.

—Oye, pobre.

—…..

—¿Qué?

Corrí hacia una roca cercana del tamaño de mi cara y la recogí con los dientes apretados.

Estoy Ciendo Criada Por Villanos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora