Capitulo 2: Acercamiento

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El barullo dentro del palacio Rubí se escuchaba desde una hora muy temprana, lo cual llegó a molestar a cierto infiltrado. No paraba de escuchar tonterías estúpidas sobre que el emperador iba a llamar a unas mujeres o cosas por el estilo.

Estaba harto, estos últimos días aquella mujer de nombre Diana no lo había dejado un minuto en paz lo cual provocó que el se fastidiara y llegará a esconderse de ella en la fuente cercana al palacio.

Aunque está vez no corrió con tanta suerte. Quedó atrapado en medio de la sala donde las concubinas son seleccionadas para entretener al emperador.

— ¡Silencio!

El encargado exclama al tener a las mujeres dispersas. Los sirvientes ayudan a formarlas por estatura, Marcus queda en medio. Las concubinas bajan la mirada cuando pasa el encargado a revisarlas.

— No pasa, no pasa, no pasa. — el encargado despide a la mayoría antes de pasar por Marcus, se detiene abruptamente. — Tú, pasas.

— ¿Eh? ¿Pasar a qué? — Marcus se hace el tonto.

Con molesta, el hombre hace un gesto para que se la lleven con las demás. Ahora, tendría que bailar para el emperador. Una oportunidad perfecta para captar su atención.

— Oiga, señor, ¿no es ella la protegida de Lady Diana? — uno de los sirvientes pregunto con preocupación al ver alejarse a la jovencita. — Se enojara bastante cuando se entere que la mando para entretener al emperador.

— No digas tonterías, Lady Diana no puede intervenir en estos asuntos por muy favorita que sea. Debe respetar las normas.

Finalizó sin contemplación antes de seguir al grupo de mujeres que servirían ese día al emperador.

Las concubinas fueron escoltadas hacia diferentes habitaciones para ser preparadas e instruidas para lo que se venía. Para Marcus fue complicado no dejar caer su máscara de inocencia y nervios, sobre todo porque aquellas sirvientas no hacían más que crispar sus nervios con los ridículos accesorios que le colocaban.

— ¡Se ve tan hermosa Lady Margaret!

— Su cabello es tan brillante y sedoso.

— ¡Que adorable es! ¿cómo puede ser tan linda e inocente?

Cada comentario hecho hacia el le hacía querer cortarles la lengua. Solo deseaba que esto terminará rápido.

Y gracias a los cielos que se cumplieron sus pedidos.

Entro a la habitación espaciosa y lujosa detallada con oro y cuadros de personas bastante hermosas. El sonido suave de los instrumentos le hacían dar un ambiente muy hipnótico. Todo sería bastante aceptable si no fuera por el mocoso sentado en un leve sillón.

Por su apariencia, ropa y aura concluyó que se trataba del emperador. Un emperador demasiado verde.

Un mocoso.

Marcus estaba bastante indignado y decepcionado.

La música comenzó a sonar después de reverenciar al emperador, las concubinas se movieron al unison tratando de destacar unas de otras. El único que no se movió fue Marcus.

Mantuvo su expresión curiosa y confusa. El emperador fijo su vista en aquella mujer pelirroja que yacia parada en medio del salón. Sintió curiosidad por su extraño comportamiento y más aún, la expresión tan perdida que tenía como si no supiera que hacia en ese lugar.

— Alto.— Claude ordenó. La música paro y las mujeres también, se inclinaron esperando. — Tú, la mujer pelirroja, ¿por qué no bailas? ¿acaso te burlas de tu emperador?

Margaret negó rápidamente ante tales preguntas, apretó la tela de su vestuario con fuerza ante los nervios. Sus manos temblaron y las lágrimas se acumularon en sus ojos por el miedo.

— Y-yo no, no se que hago aquí. Estaba con la señorita Diana tomando el té y después un hombre me separó de ella y me trajo a este lugar— la pelirroja balbuceó. — Por favor no me haga nada.

Claude observó fijamente a la mujer frente a el. Bueno, más que mujer parecía una niña, era significativamente más joven que las concubinas del harén y en definitiva, parecía tener ese aire de inocencia que ni Diana parecía tener. Le interesó.

— Tu nombre.

Margaret parpadeó confundida. — ¿Oh? E-es Margaret, s-su alteza. — reverencio torpemente haciendo reír fríamente al monarca.

— Todos, salgan.

La órden fue clara, las concubinas reverenciaron y salieron rápidamente junto a los músicos. Margaret se apresuró a seguirlos.

Marcus sonrió satisfecho. Había dando un gran paso.

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2023 ⏰

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