Prólogo

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Me parece increíble la manera en la que una persona se mete en lo más profundo de tu ser. Tanto que luego es imposible sacarla.

Alguna vez conocí a una persona que, como suele suceder, jamás imaginé lo difícil que iba a ser olvidarlo. Justo ahora te encuentras leyendo uno más de mis intentos de sacarlo de mi cabeza, no estoy segura de si funcionará pero siempre es bueno intentar cuando no tienes nada que perder. Lástima que mi corazón no esté de acuerdo, él es el culpable de que mi cerebro siga en un mar de dudas pues sigue esperando a que esa persona vuelva. Mi aferrado corazón aún no quiere darse cuenta que esperar solo nos lastima, pero no puedo juzgarlo, ambos sabemos que una vez que logre sacarme su recuerdo del pecho, no habrá nada que nos vincule. Será el punto final definitivo.

He escuchado muchas opiniones de amistades y conocidos cuando conocen mi historia, sin embargo, he llegado a un punto en el que todos coinciden con lo mismo: "Pasa de página". No me creen cuando digo lo mucho que deseo hacerlo. Seguro ustedes tampoco lo creerían después de esto.

La cuestión aquí es, estoy convencida de que algo raro pasó con respecto a esta persona. Algo más bien mágico, lejos de los límites de nuestro entendimiento. De no ser así no encuentro razón para explicarme que aún lo siento bajo mi piel, que siento amor tatuado en el corazón, que a donde vaya se sienta vacío si no está, que las flores solo expidan su aroma. Todavía siento su presencia como si su existencia estuviera ligada a la mía, y cuando entra a la habitación sé que está ahí sin necesidad de levantar la cabeza.

Pero, ¿mi corazón qué sabe que yo aún ignoro? ¿Por qué aún se aferra? ¿Por qué se detiene si lo siente cerca?

Estoy segura que el tiempo me lo dirá algún día, mientras tanto yo solo puedo asegurar una cosa: su sonrisa, su malditamente hermosa sonrisa debe haberla robado a los ángeles.

La sonrisa de los ángelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora