Flashback, 21 de mayo de 2011, Auditorio Nacional
Isabel se encontraba en su camerino después de haber dado el mejor concierto de su vida. La adrenalina aún recorría su cuerpo, pero con cada minuto que pasaba, la fatiga empezaba a hacerse sentir. Aunque había cientos de personas esperando afuera, listas para felicitarla y celebrar su éxito, ella solo quería un momento para estar sola. La sensación de volver a cantar y ver cómo la multitud vibraba con las letras de esas canciones tan significativas era indescriptible, pero también la llenaba de una nostalgia que no terminaba de entender.
Cerró los ojos por un momento mientras se quitaba los tacones, esos que había soportado toda la noche, y deslizó sus pies en las suaves pantuflas que siempre la esperaban al final de cada concierto. Se dejó caer en la silla frente al espejo, intentando desconectarse del mundo por unos instantes, buscando en el silencio algo de paz.
Sin embargo, unos golpes suaves en la puerta la devolvieron a la realidad. Suspiró, sintiendo una leve frustración, pero se levantó para abrir.
—Ilse —dijo Isabel, con una sonrisa cansada pero sincera.
—Isa, ya me iba a mi casa, solo quería pasar a agradecerte todo lo que has hecho por mí y Mimi, de verdad, no lo olvidaré nunca —Ilse, sin esperar respuesta, se abalanzó sobre ella con un abrazo cálido, uno que Isabel no sabía que necesitaba hasta que lo recibió.
Por un instante, Isabel se permitió relajarse en los brazos de Ilse. Era una conexión distinta a las demás, una que la hacía sentir acompañada en medio de tanto ajetreo.
—Gracias a ti, Ilse. Sin tu ayuda, nada de esto hubiera sido posible —respondió Isabel, aunque una parte de ella sentía que Ilse no sabía cuánto significaba su presencia.
—¿En qué te vas? Te puedo llevar a casa si quieres —ofreció Ilse, con un brillo en los ojos que Isabel no alcanzó a descifrar del todo.
—No te preocupes, tengo que quedarme a hacer algunas cosas aquí —mintió Isabel, intentando alejarse de la extraña incomodidad que sentía al estar tan cerca de Ilse en ese momento—. Pero otro día planeamos algo, ¿te parece?
Ilse la miró fijamente, como si estuviera decidiendo si debía decir algo más.
—¿Podría ser mañana? —preguntó, su tono un poco más bajo—. Necesito hablar contigo, decirte algo.
Isabel sintió un pequeño nudo en el estómago, pero no entendía por qué. Tal vez era el cansancio o la manera en que Ilse la miraba, como si esas palabras fueran más importantes de lo que dejaba ver.
—Está bien, mañana hablamos —respondió, intentando sonar casual—. Cuídate, Ilse.
Ilse la abrazó una vez más, dejando una ligera marca de su labial en la mejilla de Isabel. Al verla en el espejo después de cerrar la puerta, Isabel sonrió con suavidad, aunque por dentro, sentía que algo más había pasado en esa despedida.
Esa noche, mientras intentaba dormir, Isabel no pudo dejar de pensar en la expresión de Ilse, en esa mirada llena de algo que nunca terminaría de entender. Lo que Ilse quería decirle quedó flotando en su mente, y aunque habían pasado años sin retomar esa conversación, la duda siempre volvía a Isabel en momentos de quietud. ¿Qué era tan importante como para que Ilse quisiera hablar con ella de inmediato? Nunca lo sabría, y eso, de alguna manera, la inquietaba más de lo que estaría dispuesta a admitir.
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16 de octubre de 2021, fiesta de cumpleaños de Fer, 9:00 pm
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Debut y Para Toda La Vida
FanfictionHola, estoy de vuelta con mi otro shipp favorito, espero sea de su agrado y disfruten leer esta mini historia que un día brotó de mi mente.