Jimin había sido uno de los primeros en retirarse de aquella improvisada celebración. Le había pedido a Yoongi que le permitiera quedarse en su estudio por unas cuantas horas.
Su plan era estar solo, pero el mayor no dudó en seguirlo.
—Puedo pedirle a Sejin Sunbae que te traiga alguna medicina o, si prefieres…
—Hyung, te juro que estoy bien. Solo quería descansar un rato. —le interrumpió el vocalista con una sonrisa forzada mientras se sentaba en la silla giratoria, la favorita de Yoongi.
—¿En mi estudio?
Jimin se encogió de hombros con despreocupación.
—Si iba a mi habitación, los chicos podrían entrar en cualquier momento y empeorar mi dolor de cabeza —explicó con tranquilidad—. Aquí, en cambio, nadie entra si puede evitarlo.
—No lo harán si no quieren verme molesto de verdad —concedió Yoongi con un asentimiento, pero su atención volvió hacia el menor—, ¿Seguro que estás bien? No tiene nada de malo llorar, Jimin-ah, prometo no juzgarte.
—Estoy bien, Hyung —le aseguró.
El rapero no le creyó en absoluto, por mucho que su amigo se esforzara en mantener su sonrisa, algo estaba mal.
—Bien.
Jimin volvió a asentir, agradecido de que el mayor no insistiera en ese tema.
—Jungkookie había apostado veinte dólares a tu favor —comentó de pronto Yoongi, sentándose en uno de los puff—, estaba molesto cuando se enteró.
—Fue una sorpresa tremenda. —suspiró Jimin.
—Para todos, aunque bueno… Yo aposté en tu contra, ya sabes, siempre le voy al jugador más débil.
—Y como siempre terminaste acertando.
Yoongi ladeó la cabeza sin darle mucha importancia.
—No tenía gran interés en este tema, sigo sin saber cuál es mi opinión de todo esto.
—Pero es una buena noticia, ¿no?
El rapero movió la cabeza sin saber qué palabras elegir.
—Supongo que sí, pero no puedo estar feliz si uno de mis amigos está triste, lo que hace un lío en mi cabeza.
Yoongi sacó del bolsillo de su pantalón una cajetilla de cigarrillos y prendió uno para fumar una fuerte calada.
Ambos entonces se quedaron en silencio solo con el sonido que hacía el rapero al fumar. Jimin dio vueltas en aquella silla tratando de distraerse. Se sentía mal por varias razones, pero una de las principales era, sin duda, estar siendo tan egoísta en pensar solo en él en lugar de alegrarse por su amigo.
Se sentía mal por acaparar la atención de Yoongi; él no debería estar a su lado para hacerle compañía, debería estar con el resto y seguir celebrando.
—¿Quieres? —le ofreció el mayor extendiéndole la cajetilla de cigarrillos después de un largo rato sintiendo la mirada de Jimin sobre él.
—No, gracias.
—Te ayudará a despejar la mente —insistió Yoongi agitando la cajetilla.
—Prefiero que no; lo último que necesito ahora es engancharme con el cigarrillo.
—Créeme, el cigarrillo no es nada comparado con otras adicciones.
—Te creo, pero no quiero arriesgarme.
El rapero guardó la cajetilla y apagó su pitillo en el cenicero.
—Como quieras, tampoco me entusiasma la idea de ser el posible responsable de otra adicción tuya.

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Cambio de perspectiva
Fiksi PenggemarJimin está enamorado. A veces hacer suposiciones pueden salirte caro.