Arde En El Infierno (+18)

CAPITULO 3

Sophia

Que diablos estoy haciendo?

No puedo dejar el plan a medias por un arranque de ira

Se habrá dado cuenta?

Imposible pero entonces..

>>no es mi culpa<<

Sus palabras se repiten por tercera vez en mi cabeza y me veo obligada a salir en busca de aire, salgo de mi habitación y la mansión es enorme

Cuando llegué y la vi no pensé que fuera real, y me tomó unos segundos asimilar lo cerca que estaba de poder matar al hombre de mis pesadillas

Bajo las escaleras con el objetivo de dirigirme a un lugar donde circule mejor el aire cuando visualizo la sala

Es enorme, toda la casa tiene un estilo moderno exceptuando los grandes ventanales y está decorada en gris y blanco

Veo a la otra chica que fue escogida en el juego de los Voltescos sentada en el sofá en forma de L y me acerco para detallarla mejor

-Largate- exige en cuanto nota mi presencia

-Perdon?-

-Que te largues, estás amargando mi día-

Esta estúpida se está buscando unos buenos putazos

-Sabes? Cómo que me entraron ganas de ver televisión- me siento a unos pocos metros de ella en el mismo sofá y enciendo el pantalla plana que como todo en esta casa es enorme, mientras ella sigue concentrada en su teléfono

Guillermo Voltesco entra por la puerta de la sala principal con un maletín marrón y el típico traje negro, en cuanto nota a la pelinegra a unos metros de mi su sonrisa se ensancha

-Carla, mi niña que tal estás? te gusta la casa?- le pregunta muy cortésmente dejando sus lentes en la pequeña mesa de cristal ovalada que se encuentra en medio del salón

Guillermo Voltesco, padre y señor de la casa, un cincuentero divorciado acostumbrado a las putas

-Muy bien señor Voltesco, su casa es muy bella- responde fijando su atención en Guillermo y con una hipocresía que puedo notar a miles de metros de distancia

-Si.. es una pena que sea invadida por zorras-

Eso definitivamente fue una indirecta hacia mi

Los Voltescos son mierda pero lo que no saben es que yo puedo ser más mierda que ellos

Me levanto haciendo sonar mis zapatos contra el piso reluciente y me acerco al señor Voltesco para posar mi mano en su hombro acercarme y susurrar en su oído

-Lamento no ser la puta que esperaba que se la chupara todos los días, pero despreocúpese ya tiene a Carlita y además yo me divertire cumpliendo con la fantasía de sus hijos-

Claramente no voy a revolcarme con los dos hermanos, solo uno me interesa y lo haré caer, no me gustaría ningún tipo de roce con Adrián, pero el señor ama a sus dos hijos y una insinuación de meterme con ambos es como gasolina para su enojo

Y su expresión física me da toda la razón

Le dedico mi sonrisa más cínica y salgo de la sala de estar para seguir explorando la inmensa mansión

Están las escaleras inmensas que dan al segundo piso donde están las habitaciones y a los lados de las escaleras hay unas cuantas puertas que dan al gym, la biblioteca, la cocina, las oficinas de los Voltescos y una puerta al jardín

Había visto antes las instalaciones de la mansión y si en los planos ya me parecía abrumador la cantidad de habitaciones ahora me parece aterrorador

Decido cruzar la puerta del jardín primero y mentiría si dijera que después de ver esto no quiero tener un jardín