PROFESOR

Primera parte

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Tony era un chico de veinte años quien siempre iba a la Universidad en la mañana. Desde muy pequeño siempre se la pasaba soñando con ir a la Universidad, le encantaba estudiar, memorizar, exponer en clase y responder las preguntas que los profesores le formulan cuando terminaban de explicar. Él sin duda era el más inteligente y aplicado, aunque Tony nunca se consideró así, le gusta ayudar a sus compañeros cuando no entienden algún tema. Y había muchos alumnos que lo odiaban por ser un chico inteligente. Y por ser -como algunos dicen- "El consentido del profesor Rogers "

El hombre más guapo y del que se ha enamorado desde que pisó la Universidad hace dos años.

No sabía porque le decían eso con repulsión y odio. Nunca fue el consentido de nadie. Tony no tenía la culpa de que el profesor Rogers siempre lo eligiera para responder las preguntas cuando los demás no responden.

No va a negar que cuando recién comenzó la Universidad y tuvo qué conocer varios profesores, siempre le llamó la atención Steve. Era un hombre que explicaba de una manera concisa y excelente, lee de una manera fluida y sublime, es elegante, guapo, atractivo, tiene una cara tallada por los mismos ángeles, su voz era demandante y hacía temblar a quien no presta atención a su clase, no le gusta que le incumplan con los deberes, y odia cuando se meten con Tony...

Ya van dos años que lo conoce y se podría decir que Steve era muy amable con él que con los demás alumnos. Y se siente muy dichoso de ser el dueño de aquella amabilidad.

Ahora estaba sentado, escuchando como el profesor de Filosofía -osea Steve- saludaba a todos sus alumnos cuando entra al salón. Tony se remueve en el asiento con nerviosismo y un sonrojo que se apodera de su cara. Y no supo que hacer cuando el profesor Rogers le sonríe directamente, solo se limita a asentir y sonreír con timidez. Estaba en el primer puesto de todas las filas y tiene al profesor muy cerca de su escritorio.

Su corazón se acelera cuando lo ve agarrar un libro para ponerlo en su escritorio. Todo su físico era perfecto, muy perfecto, no se cansaría de verlo. Aunque cuando comienza su clase se esfuerza mucho en poner atención a ella.

Hace un mes descubrió que tenia una especie de atracción hacia el profesor quien le gana por diez años. Lo descubrió ya que se estaba embobando solo con él, con el único profesor que le hacía sentir en el paraíso cuando habla y en el cielo cuando sus ojos se posan en los suyos.

- El tema de hoy es... -Pronuncia con seriedad mirando a todos los alumnos listos para apuntar a detalle el tema.- Primero, me imagino que esto ya lo han visto en el colegio.  -Camina por todo el aula con el marcador en su mano derecha. Termina su recorrido hasta volver al frente. - ¿Alguen me puede decir, qué es la objetividad? No me digan que no lo saben porque me mataré.

Tony se contenía en no alzar la mano y responder, pero se guarda las ganas para que los demás tuvieran la oportunidad de responder y no ser criticado por responder a cada pregunta, pero igual, él responde cuando el profesor pregunta o cuando nadie se presta a contestar.

Steve alza una ceja esperando respuesta que no fue llegada, se rasca la nuca y mira al castaño sonrojado.

- Tony... -Nombra al castaño para que le conteste, pero se muerde el labio inferior y asiente- Bien, puedes contestar.

- Es un concepto metafísico como epistemológico que se refiere a la relación de la conciencia y la existencia.  -Responde con seguridad tragándose los nervios por la mirada fija del profesor Steve sobre él.  En esa mirada se ve el cariño, lo nota demasiado cuando sonríe.

Steve sonríe y asiente.

- ¡Bien, chico!. -Felicita y Tony baja la mirada a su cuaderno con las mejillas coloreadas.- Que otra persona me nombre uno de los muchos filósofos de la fenomenología.