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Todo comenzó la primera vez que Langa perdió una de sus camisas.

La había buscado por todo el apartamento que compartía con su madre, incluso le preguntó a ella, sin embargo la camisa nunca apareció.

Esa noche fue a S con sólo su suéter de cuello alto. Se sentía desnudo sin esa camisa, su cuerpo al ser un Alfa, era naturalmente voluminoso, y el suéter se apretaba a su torso. Sintió el doble de miradas que tenía en una noche normal compitiendo, fue incómodo.

—Creí que tenías más camisas, ¿Acaso estuviste usando la misma todo este tiempo? —Reki le preguntó bromeando. Ambos estaban sentados en el suelo en una zona apartada de las multitudes, (a petición de Langa) mirando una carrera bastante aburrida por las pantallas.

—La lavé cada vez que la usé, nunca estuvo sucia —Langa alzó los hombros.

—Cómo digas. —se rió Reki
—De todas formas... creo que te ves bien sólo con el suéter.

La brisa tropical rozó las hojas de los árboles, era una noche cálida como cualquier otra en Okinawa, incluso con el cielo nublado sobre ellos. Llovería en cualquier momento.

Langa se sonrojó levemente —¿De verdad?

—Si, yo... —Reki se aclaró la garganta al darse cuenta de lo que dijo —Todos piensan eso, no han apartado la mirada de tí hoy ¿No estamos aquí apartados por eso?

—Oh... —A Langa no podía importarle menos lo que la gente pensara de él, bueno o malo.
La opinión de Reki era la única que realmente valía algo para él.

—Como sea, ya es bastante tarde, ¿Quieres volver a casa? —Reki le preguntó. Volverían a su casa como hacían usualmente luego de S.

—Si... vámonos —Langa se levantó y se sacudió la tierra en sus jeans, ayudó a Reki a levantarse y ambos agarraron sus cosas.

Caminaron hasta la entrada principal, donde la mayor parte de personas estaba reunida para ver las pantallas. Langa caminó erguido haciendo su mejor esfuerzo por ignorar las miradas de los Omegas, y algunos chiflidos de los mismos.

Y pudo haber sido su imaginación, pero estaba casi seguro de haber visto de reojo a Reki mirando fríamente a todos los que ponían sus ojos sobre él. Además de guiarlo a la salida con ambas manos bien agarradas a sus hombros, como si actuara de forma protectora.

Afortunadamente, la motocicleta que tomaron prestada de Dope Sketch no estaba lejos. Cuando llegaron, Langa se sentó en el asiento del conductor y Reki detrás de él, abrazando a Langa por la cintura y recargando su cabeza en la parte alta de su espalda.

El toque tan cercano siempre le daba escalofríos internos, con Reki tan cerca que podía oler su aroma a frutos rojos y miel sin problema.

Condujo hasta Dope Sketch, donde debían estacionar la moto para que Oka no se diera cuenta de que tomaban la moto prestada, aunque tenían la sospecha de que él ya sabía que la usaban a escondidas.

Los dos se bajaron y comenzaron a caminar juntos hacia la casa de Reki, no estaban lejos, pero tampoco tenían energía para patinar.

—Deberías acompañarme a comprar otra camisa el Domingo —dijo Langa.

—Ajá... —Reki bostezó muy cansado —Te compraré una yo mismo.

—Dos.

—Bien, dos...

Siguieron avanzando en un silencio cómodo por un rato, cuando de repente una gota de agua le cayó a Langa en la nariz. Y luego siguieron cayendo algunas más en el suelo y sobre ellos.

Algo inesperado pasó [Reki × Langa OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora