2.One Kiss

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— ¿Puedes explicarme a que ha venido eso? — pregunta Octavia a Clarke tras sorber de la pajita de su bebida, con una ceja levantada.

— ¿A qué te refieres? — pregunta Clarke poniéndose un poco nerviosa, sorbiendo también un poco de bebida intentando disimular su nerviosismo.

— ¡Esa camarera estaba ligando contigo descaradamente! Que me he hecho la tonta buscando el dinero, pero ha sido súper descarado. Por un momento he sentido hasta que sobraba — sigue con la ceja alzada, lo cual significa que está esperando una respuesta lógica para lo que acaba de pasar.

— No digas tonterías, O. — Clarke mira de reojo a Lexa, la cual le sonríe desde la barra mientras sirve otra copa. Al parecer no han sido imaginaciones de Octavia.

—Por favor, Griffin. Hay que estar muy ciega para no darse cuenta de que te estaba devorando con la mirada. La tienes loquita, amiga.

—Lo que tú digas — Clarke se ríe y mueve la mano intentando restarle importancia a lo que su amiga pretende decir — ¿En serio estaba ligando conmigo? — para de golpe su risa, mostrando interés en las palabras de su amiga.

—¿Debo recordarte que antes de acercarnos a esa barra eras una heterosexual convencida y con novio? — su amiga levanta una ceja de nuevo haciendo un movimiento con la cabeza que hace estallar de risa a Clarke.

— Y lo sigo siendo, O. No ha pasado nada raro — hace una mueca un tanto extraña debido a su nerviosismo, se gira para dejar de sentirse cohibida por la mirada de su amiga y comienza a moverse al son de la música cuando llegan hasta las demás, que las esperaban riendo y bailando sin parar.

La noche continúa, y mientras Lexa no para de servir copas, las miradas de las dos chicas no dejan de cruzarse pese a la lejanía. Inconscientemente, Clarke no deja de buscar que eso pase.

Cuando empieza a sonar la canción "One kiss" de Dua Lipa, Clarke comienza a moverse siguiendo el ritmo de la canción, bailando con Niylah, que no deja de cantar a pleno pulmón. La mirada de la rubia se posa en la de Lexa, la morena no puede evitar mirarla intensamente, tragando saliva completamente excitada al ver como aquella chica con cuerpo de diosa, se mueve de manera seductora, restregándose contra su amiga sin apartar la mirada de ella. ¡Dios cómo la desea! Quiere saltar esa barra y tirarse a sus brazos allí en medio. Pero no puede, está trabajando y debe comportarse.

Cuando Clarke se acaba la copa, nota que tiene ganas de ir al baño, así que, de paso, decide aprovechar el momento y acercarse a la barra a dejar el vaso vacío de su cubata, con la intención de cruzar miradas de nuevo con aquella camarera de más cerca. No sabe qué está haciendo, ni en qué juego se está metiendo, pero en el fondo le divierte la situación y no puede negar que se siente atraída por Lexa. Pero, claro...si juegas con fuego, cabe la posibilidad de que acabes quemándote.

— Chicas voy al baño, ahora vengo — informa a sus amigas.

— ¿Necesitas que te acompañe? — pregunta Octavia.

— No, tranqui. Puedo ir solita, voy bien — la rubia le guiña un ojo a su amiga.

— Vale, aquí te esperamos — dicen las chicas al unísono.

Clarke va directa hacia la barra, sin dejar de moverse al son de la música entre la gente. Cuando por fin llega, se da cuenta de que Lexa no está, y por un segundo, se siente decepcionada. Deja el vaso en la barra y cuando se gira para dirigirse hacia el baño, nota como una mano se posa en su muñeca.

—Hey, preciosa, ¿ya te ibas? — Lexa le sonríe de nuevo, haciendo que Clarke se derrita con esa preciosa y seductora sonrisa. Teniéndola cerca aún se siente más atraída por ella. Si no estuviese un poco bebida, lo más seguro es que saliese de allí por patas por culpa de sus nervios.

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