¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
. . . . . . .
Yoon Sumin miraba por la ventana, sus ojos llenos de preocupación, mientras observaba el mundo exterior sumido en el caos del apocalipsis zombie. Cada aullido distante y el sonido de disparos la llenaban de ansiedad. Su mente se enfocaba en una única preocupación: su hermano, quien había salido en busca de suministros antes de que la crisis se desatara por completo. Los minutos se volvían horas, y el tiempo parecía eterno mientras aguardaba noticias de su hermano. Las imágenes de su infancia juntos llenaban su mente, recordando cómo siempre se habían protegido mutuamente. Cada vez que escuchaba un ruido afuera, su corazón se aceleraba, esperando que fuera su hermano, pero la mayoría de las veces, era solo el viento o los horrores del mundo exterior. Ella se sentía atrapada en una pesadilla, luchando por mantener la esperanza de que su hermano regresaría sano y salvo. Una mano la sorprendió que pedí ayuda por la ventana. Rápido la abrió y pronto se arrepintió pues era su ex-amante y su novio.
—¿Estas bien? — preguntó Suhyeok mientras tomaba los brazos de Nam-ra.
La mujer observaba desde la distancia, su mirada llena de amargura y celos, mientras su ex pareja tomaba de la mano con su nuevo amante. Era un tormento ver cómo ella sonreía, la misma sonrisa que una vez le había dedicado a ella, ahora destinada a otra persona. Los celos la consumían por dentro, y no podía evitar sentir una punzada de dolor al presenciar su felicidad con otro. Aunque sabía que su relación había llegado a su fin, no pudo evitar preguntarse qué tenía su amante nuevo que ella no tenía. La inseguridad se apoderaba de ella mientras se comparaba con un hombre.
—¿Son lo que creo?.. ¿zombies?
La mujer se recargó en la ventana, buscando un momento de tranquilidad mientras intentaba lidiar con la tormenta de emociones que la invadía tras encontrarse con su ex pareja y su nuevo amante. Sus celos y sentimientos de inseguridad la habían dejado agotada, y necesitaba un respiro.
Con manos temblorosas, sacó un cigarro y un encendedor de su bolso. Mientras encendía el cigarro, el humo se elevaba lentamente en el aire, formando volutas que se perdían en la brisa. La sensación del cigarrillo entre sus dedos le proporcionaba un mínimo consuelo en medio de su turbulencia emocional. Cada bocanada de humo era como un suspiro de alivio temporal, una distracción momentánea de sus celos y preocupaciones. Sabía que fumar no era la solución, pero en ese momento, le permitía mantener la calma y centrarse en sí misma. Mientras contemplaba como mataban los zombies a sus compañeros, se prometió a sí misma que, con el tiempo, superaría sus celos y encontraría la paz interior. Pero en ese instante, el cigarrillo le brindaba un refugio temporal para enfrentar sus emociones y comenzar el proceso de sanación.
—aquí, encontré uno lo encontré en la mesa de Yeong-ju... pero esta bloqueado
—No es necesario desbloquearlo para llamar a emergencias— con cigarro en mano Sumin tomo el celular y marco a la agencia de policía de Gyeonggi.