© 𝑆𝑎𝑠ℎ𝑎 𝑀𝑒𝑦𝑒𝑟

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟓; 𝑴𝒐𝒏𝒅𝒍𝒊𝒄𝒉𝒕

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[Gael Becker]

Me estaba dirigiendo hacia la habitación de Sasha y Elina, hoy iríamos a investigar.

El corazón me latía con fuerza en el pecho, pero no entendía el porqué estaba tan nervioso. Venía una y otra vez, el hermoso rostro de Sasha en mi cabeza ¿qué es lo que me pasa?, ella parece una persona tan buena, no la conocía, pero algo en mí, me decía que confiara en ella.

Caminando hasta el pasillo, me aseguré, de que no hubiera nadie allí. Una vez confirmado, me acerqué rápidamente a la habitación de las chicas.

Yo estaba vestido de una manera distinta de las demás veces que nos habíamos visto, tenía puesta ropa común, un buzo negro y un jogging del mismo color junto a una mascarilla negra. Todo era por si acaso nos descubrían.

Con la ropa negra es más fácil escabullirse, ya que se mezcla con la oscuridad.

Elina seguramente estará algo confundida, o quizás ni siquiera me reconozca, usualmente uso el cabello bien peinado, hoy lo tenía totalmente desordenado.

Aunque bueno, tampoco es para tanto, no es como si no me reconociera, creo que estoy exagerando.

Al llegar, Sasha me miraba con ojos sorprendidos, sin entender nada. Ella también tenía ropa de color negro y Elina también.

¿De dónde sacaron esa ropa?

—¿Gael? —dijo Sasha en forma de pregunta, para confirmar si era yo o un extraño parecido a mí.

Era entendible, mi aspecto era diferente en este momento, y no nos habíamos visto las suficientes veces como para que reconozca mi rostro cómo si fuera el suyo.

—¿Por qué esas caras? —dije riendo.

—No, no es nada, no es nada —dijo Sasha de manera rápida.

Y ví como se le ponían las mejillas algo coloradas y se ponía una capucha que era parte de su campera. Se vé muy tierna así.

—Oiga, si lo viera en la calle, pensaría que eres un típico fuck boy rompe corazones. Con todo el respeto claro, porque usted es un cura —dijo Elina levantado ambas manos en forma de defensa.

—Claro que no, tengo un rostro angelical —dije mientras reía.

—Aunque hay algo que no entiendo, ¿por qué usted está aquí? —volvió hablar confundida.

Yo no supe que decir, no era confiable, es decir, Elina a la vista se vé demasiado tranquila con todo esto.

—E-es que... Yo le conté todo, y quiere ayudar, como él no conoce a nadie, pensé que era una persona confiable, en cambio, las demás personas de este lugar no lo son... —Intervino Sasha algo nerviosa, mientras me daba una mirada de "di que es así".

—Cierto, muy cierto, es responsabilidad mía, ya que los hermanos del lugar no le dan relevancia al asunto —dije mientras miraba a Sasha, y le devolvía una mirada de "¿así está bien?".

Ella sólo sonrió asintiendo.

—Ah..., entiendo, si es así... ¡Me parece genial! —dijo Elina entusiasmada, y entrelazaba su brazo con el de Sasha.