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Taylor

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Taylor

—¡¿Como pudo pasar algo como eso?!— El grito del hombre me hizo estremecer en mi sitio. —¡Contraten a alguien que si sea capaz de hacer su maldito trabajo!— un golpe en la mesa me hizo fijarme más en aquella conversación en la que estaba siendo tan ajena aunque tuviera todo que ver conmigo.

—Toby...— Murmuré pero él quien no me dirigió la palabra, solo levantó su dedo hacia mi en señal de que guardara silencio.

—Señor Thomson, de verdad lamentamos lo que sucedió...— La mirada de mi mejor amigo penetró el cráneo de aquel sujeto, que hablo con firmeza.

—¡Sus guardias son ineptos!— Toby camino hacia la salida y sin pensarlo dos veces salió de ahí echando humos por las orejas. —Tiene hasta el día de mañana para buscar a alguien que si sepa hacer su trabajo, porque si eso no pasa entonces pondré una denuncia.— Toby susurro lo último, el hombre asintió rápidamente.

—Que tenga un lindo día.— Le sonreí por última vez, aunque no pareció agradarle y seguí a Toby hacia la salida.

El chico seguía insultando en voz baja, mientras se subía a la camioneta.

Abrí la puerta y subí en la parte de atrás encontrándome con Joe, quien me saludo con una sonrisa encantadora, típica de el.

—¿Y?— pregunto con sus cejas levantadas.

—Eh...— Toby me interrumpió.

—Son unos inservibles, eso son, Joe.— El rubio abrió sus ojos como platos y me miró a mi, yo levanté mis hombros sin saber que más agregar.

El silencio incómodo se instaló en el auto.

—Cuentame tú que paso.— Joe susurro hacia mi.

—Lo único que puedo decir es que tienen hasta mañana para solucionarlo, apesar de todo son la mejor empresa del país.— Mi novio asintió con total comprensión, tomo mi mano y dio un apretón de apoyo.

—Toby, déjanos en casa.— El hombre con rulos asintió, su ceño fruncido demostraban en gran cantidad su enojo.

Observé mi muñeca que tenía una gran marca roja que dolía demasiado.

Maldito imbecil que intento tomarse una foto conmigo.

════ ⋆★⋆ ═══

—Taylor, los de aquella empresa ya llamaron.— Escuché el mensaje de voz que había dejado Toby en mi teléfono a las seis de la mañana.

El brazo de Joe me apretaba la cintura, lo quité con cuidado y me levanté de la cama, dirigiéndome hacia la cocina. Tome la taza que resposaba en la encimera y servi café en ella.

Marque el número de Toby quien contesto casi de inmediato.

—Tay Tay...— Respondió, su tono era culpable.

—¿Que hiciste?— inquirí con tranquilidad.

—Los de la empresa llamaron y...

—¿Y?

—¿Recuerdas aquella chica rubia de la que me hablaste en aquella fiesta?— preguntó.

—¿A que quieres llegar, Toby?

—Los de la empresa llamaron y dijeron que había una vacante disponible para estar con la mejor agente y yo acepté.

—Aun no encuentro el problema.— exclamé con cansancio.

—Su nombre es De Luca, Camille De luca.— mi boca se abrió intentando decir algo pero nada salió, la taza cayó de mis manos rompiéndose al chocar contra el suelo. —¿Taylor?

—Te llamo luego— Colgué de inmediato, el corazón me latia con fuerza, ella no podía volver a mi vida.

Y no porque no quisiera pero yo había roto su corazón, yo había arruinado una de las cosas que me hacía feliz como lo hacía con todo.

—¿Taylor?— Joe se acercó a mí con rapidez y me examinó con una mirada rápida.

—Estoy bien.— Me obligué a reaccionar y me agache a recoger los pedazos de cerámica que cayeron al suelo. —Solo tropecé.— Joe no pareció convencido pero decidió no preguntar ayudándome a recoger.

DIME. -Taylor Swift- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora