Una historia sin contar

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...y fue así, una noche más sin ver a su hijo, ya las justificaciones de la ley comenzaban a parecerle ilógicas y la razón comenzaba a distorcionarse en su cabeza, no podía más con tal agonia.
Miguel no lograba comprender que ya luego de 47 días de desaparecido su hijo lo más posible es que estuviera sin vida. Yo no lo llamaría tal esperanza cuando ya la justicia tenia un presunto culpable con más del 80% de las pruebas incriminandolo como principal y único sospechoso de tal desaparición, además de una declaración que por más que fuese poco coherente, estando ebrio el mismo se declaraba culpable ante el juez.

...y fue así, Miguel apenas dormía y apenas comia, ya no tenía amigos cercanos ni familia fuera de este hijo desaparecido. Ya era el día número 49, y cuarta semana de atenderse con un psicólogo, se supone que estaba superando el trauma pero aún deambulaba como espectro por la casa con un solo pensamiento durante horas en su cabeza, su hijo.

...y fue así, en una de estas noches de reencuentro emocional con tales sucesos que tanto le dañaban, ya el día número 53 de pasada la desgracia... dormia sin necesidad de drogas, ya dormia Miguel. Algo extraño le sucede, algo que no sucedía hace más de un mes, estaba soñando Miguel. El soñaba que apenas sentía su cuerpo y se veia en un lugar desconocido, maquinas que se conectan a el por medio de tubos plásticos, gente desconocida que alcanza a ver de manera borrosa con batas blancas, forzosamente alcanza escuchar a lo lejos una voz femenina - Doctor Menendez ya despertó -, entonces logró entender, estaba en un hospital. Le acompañaba una enfermera desconocida, el no entendía nada... se sentia tan real que dudaba si realmente estaba en un sueño. El rapidamente nota la llegada del doctor que supuestamente atendía su caso, siente tener la fuerza necesaria como para intentar comunicarse, sin dudarlo realiza una sola pregunta - ¿que paso doctor? -

El doctor se acerca, tenía cara de asombro, no esperaba una reacción así de un paciente en su estado. El doctor le mira mientras apoya la mano sobre su pecho para sentirlo, para sentir la superficie de un milagro, respira profundamente y le explica:
- Señor Miguel, que bueno que reaccionó, usted lleva 6 años en coma y casi al borde de la muerte, usted sufrió un infarto... un infarto causado por la encarcelación de su hijo hace 6 años.
- ¿Que?¿No entiendo?
- Si. Quizás no recuerde ahora, pero no se asuste que poco a poco mejorará y comenzará a recordar, usted la pasó muy mal en el juicio de su hijo, eso le alteró lo suficiente como para causarle un infarto, no podía soportar la idea de que su hijo secuestró y mutiló a una niña de 7 años...y peor aún, enterarse por una declaración hasta poco coherente de su hijo por llegar ebrio ante el juez.

...y fue así,...

Historia pensada en 1 minuto
By KoZmos 11:03

11:11Donde viven las historias. Descúbrelo ahora