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Detonante De Un Problema Parte 1

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[ Recuerdos de Joy. Edad: 12 años ]

— Joy, no creo que esto sea buena idea

— No puedes ya detenerme — Dijo la chica abriendo uno de los armarios de la gran habitación — Ya apagué las cámaras durante 10 minutos, ya forcé la cerradura, ya estás haciendo guardia y ya estoy buscando lo que necesito. No seas gallina, Jef

Entrar a escondidas a la oficina del padre de Joy, era la actividad favorita de la niña. Siempre leía documentos de la empresa o algún que otro papel que se encontraba, siempre descubre cosas muy interesantes sobre los ingresos, proyectos fallidos, incluso testamentos familiares o fotos de sus tatarabuelos. Era como una búsqueda del tesoro versión misión imposible.

Hoy tenía a su fiel cómplice, mejor amigo y novio (a escondidas) desde hace dos años. Entre ambos dijeron que lo anunciarían a sus familias cuando cumpliera los catorce, pues Jeferson quería el honor de bailar el vals como su novio para su fiesta de quince años.

Si hablamos por la apariencia. Jeferson se destacaba por su leve tono moreno, muy leve. Tanto así, que Joy se burlaba diciendo que él era un tono marrón al que le echaron cloro.

— No soy gallina, yo-yo. Soy un gallo kooo ko koooo — el chico hizo movimientos extraños con su cabeza imitando al animal abriendo de sobre manera sus ojos qué los cubrían unos marcos azules

Joy dejo salir una risita por los estúpidos movimientos de su acompañante — Solo sacaré un álbum de fotos, tomaré algunas con mi celular y lo dejó en su sitio. Nada malo

— ¿Y por qué tienes que hacerlo hoy cuando tus papás no están? Por razones como estas es que siempre te tienen vigilada, eres un peligro — El chico había entrado de forma inocente a la casa solo para ser convencido de terminar un crimen del cual no tenía idea ¡La idea era salir a jugar, no entrar a robar!

— Iris in piligri, bah. Ni que estuviera robando acciones de mi papá o estuviera abriendo la caja fuerte — El click de la cámara del celular sonó varias veces

— ¿Te sabes la clave? — Preguntó con genuino interés

— ¿Ahora quien es el de las malas ideas?

El chico se mordió la mejilla para evitar reír fuerte — No te dije que la abras, mi papá nunca me ha dicho la de él

Jeferson también tenía un futuro prometedor con la propia empresa de su familia, su padre era el director general de mercadeo y su tío el vicepresidente. Otra razón por la cuál los padres de Joy aceptaban su linda amistad.

Bueno, si se miraba el panorama del vecindario donde vivía, eran muchos los niños con familias adineradas, era un milagro que entre ellos existieran chicos que salieran a jugar sin tecnología de por medio. Aunque si con todo tipo de juguetes...Únicos.

— Él tampoco me dice nada, pero soy una genio. Con solo ver el movimiento de los hombros de mi papá mientras escuchaba el leve golpe de las teclas y el sonido Bip qué hacen, fue pan comido — Dijo la niña sacando más álbumes y tomado más fotos

—.... Yo-yo ¿Segura que no eres un agente secreto del FBI?

— Quisiera, se me da genial este tipo de cosas ¿Será que en mi vida pasada fui un ladrón o un espía?

— ¿Crees en la reencarnación?

—...

Como la respuesta tardó demasiado en llegar el chico miró desde la puerta a donde se encontraba la criminal, percibiendo que su amiga estaba leyendo unos papeles que parecían médicos, no podía ver la expresión de la niña, pero era raro su silencio. Se preocupo — ¿Yo-yo?