Capitulo 14: Eventos del pasado: Retorno del mal (Conejo vs espíritu corrupto)

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Bell, con la voz quebrada por el miedo, susurró: "Tú... tú deberías estar muerto... no deberías estar aquí..."

A lo lejos, entre las sombras del bosque, el encapuchado observaba la escena con una sonrisa torcida, como si todo fuera un espectáculo montado solo para él.

"Vaya, vaya... mátalo de una vez. Tráeme su cabeza. Qué momento tan glorioso, ¿no te parece? Sin ese mocoso en el camino, Alfia será nuestra sin dudar... ¡Jajajajajaja!, su lealtad a nuestra organización será total"

Su risa sonaba hueca, llena de un sarcasmo venenoso, como si se burlara del destino mismo.

"Ah... pero qué dulce es esta victoria. Un mundo donde tú, pequeño héroe, no brillarás más. Aquí no serás el salvador, no habrá ovaciones para ti... solo el olvido. Este es mi reino ahora, uno donde la piedad es un lujo que los mortales no merecen. ¡Jajajajajaja!".

El encapuchado hizo una pausa, como si disfrutara saboreando cada palabra.

"Zeus... Hera... con esos dos fuera de escena, ¿quién queda para detenerme? Nadie. Yo seré el único dios que importará. El supremo. Lo siento, Hestia, de verdad... pero tu querido 'hijo' va a tener que morir. Jejejeje... Solo es un pequeño sacrificio, ¿no crees? Un precio que estoy más que dispuesto a pagar... jejejeje".

Brummmmmmmmmm

Bell apenas logró esquivar el ataque brutal de la criatura, la motosierra rugiendo en el aire como si desgarrara la misma realidad.

Bell [asustado]: "Debo contraatacar... ahora soy más fuerte que antes, ¡debo serlo!"

"¡Firebolt!" -gritó, lanzando su hechizo con desesperación.

Brummmmmmmmmm (el rugido de la motosierra no cesaba).

Bell saltó, pero su ataque... nada. La magia de fuego no dejó ni una quemadura en la grotesca figura que lo acechaba. El suelo, donde la motosierra golpeó, se quebró con un estruendo ensordecedor.

Trackkkkkkk (el suelo se partía en pedazos).

El terror en los ojos de Bell era palpable. La criatura no solo era inmune a su magia, sino que se había vuelto aún más fuerte, más letal.

Bell [aterrado]: "No... no le hice nada. No se supone que mi magia de fuego es la más fuerte que tengo... ¡Debo huir!"

De repente, voces conocidas perforaron la oscuridad.

"¡Bell, ¿dónde estás?!" "¡Amo Bell!" eran los gritos desesperados de Welf y Lili, acercándose desde la distancia.

Bell sintió cómo su sangre se congelaba. No... no podían estar allí. Si se acercaban, morirían.

A lo lejos, el encapuchado observaba la escena con creciente frustración.

"Unas visitas no deseadas... la elfa y el herrero", murmuró con desdén. La sonrisa en su rostro se ensanchó, deformada por un placer retorcido. Jajajajaja.

"Esto va a ser interesante... ver la desesperación en tus ojos cuando tus preciados amigos caigan, uno tras otro, a tus pies. Y luego, el placer de presenciar tu patética muerte... lo siento, Hestia, pero tu pequeña familia va a desaparecer, solo por mi capricho".

El monstruo, atraído por las nuevas presas, giró su cabeza lentamente hacia Welf y Lili. Sus ojos brillaban con una malicia inhumana, y sin pensarlo dos veces, se lanzó contra ellos.

Bell [desesperado]: "¡No puede ser! ¡Huyan de aquí, váyanse!" -gritó con la voz rota por el terror.

Welf y Lili se quedaron paralizados ante la visión del monstruo, sus ojos llenos de pánico mientras la criatura avanzaba, motosierra en mano, su ansia de sangre palpable en el aire.

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⏰ Última actualización: Oct 08 ⏰

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