Capitulo 13: Eventos del pasado: El valor de un herrero y una soporte

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-La cena estuvo deliciosa -comentó un herrero de cabello rojizo, dejando el plato a un lado.

Welf dirigió una mirada hacia el peliblanco que tenía enfrente, aunque sus ojos realmente se fijaban en las armas que este portaba.

-¿Pasa algo, Welf? -preguntó Bell, notando la atención de su amigo.

-Verás, Bell, hay algo que siempre me he preguntado, algo que incluso he discutido con Lili y con la señorita Hestia.

Bell alzó una ceja, intrigado por el tono serio de Welf.

-¿A qué te refieres?

-¿Qué te parecería si te fabricara un arma a partir de las que ya tienes?

Bell bajó la mirada hacia sus cuchillos, notando las grietas que se habían formado tras tantas batallas.

-¿En serio podrías hacer eso? -su voz era una mezcla de esperanza y duda.

-Por supuesto que puedo, soy un herrero, ¿no? Pero necesitaré tu ayuda, así como la de Lili y Hestia-sama.

Tanto la diosa Hestia como Lili, quienes habían estado escuchando, intercambiaron una mirada de complicidad. Ya conocían los planes de Welf.

-¡Vamos a forjarla! -exclamó Welf con entusiasmo.

Una vez en el taller, Welf sacó un metal inusual, que parecía brillar con una luz propia.

-¡Eso es mithril! -exclamó Lili, impresionada-. Es un material de alto costo y con una gran conductividad mágica, solo se encuentra en los pisos inferiores y profundos del calabozo.

Welf sonrió, satisfecho con la reacción de Lili.

-Tienes buen ojo, Lili. Conoces bien los materiales, digna de una elfa.

Las orejas de Lili se enrojecieron al escuchar el halago, intentando disimular su vergüenza.

-Bell, eres mi mejor amigo, y por esta vez romperé mi promesa de no forjar armas mágicas. Hefaistos-sama me dijo una vez que nunca deje que mi orgullo ponga en peligro a quienes me importan.

Bell se quedó sin palabras, asimilando el peso de lo que Welf estaba dispuesto a hacer por él.

-He estado pensando en hacerte un arma mágica que utilice varios elementos, pero son demasiado inestables y propensas a destruirse con un solo uso. Así que, después de muchas noches de reflexión, encontré la respuesta.

Bell lo miró con creciente curiosidad.

-Tienes magia de fuego y hielo, pero hacer un arma elemental no sería lo más adecuado.

-Lo más correcto sería forjar un arma que se sincronice con la magia que ya posees -continuó Welf, con una chispa de inspiración en sus ojos-. Será un arma experimental, mi objetivo es crear un arma mágica que no se destruya, algo que siempre sea confiable y esté disponible cuando más lo necesites. Las armas mágicas comunes abandonan a su dueño cuando su poder se agota, dejándolo indefenso.

¿Esta mal enamorarme de un conejo blanco?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora