Eurídice Scarlett

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Tal vez la gente lo llamaría buena suerte, pero para su padre era una fortuna, tanto tiempo la casa Scarlett hacia deseado tener una mujer como hija

Una brillante caballero negra, ojos verdes y una test blanca como la nieve que hacía a cualquier postrarse a sus pies, aunque sea una pequeña bebé sus hermosos ojos verdes hacían relucir sus encantos, y su cabello hacia contraste con ellos, parecía una bendición del cielo, o incluso bendecida por la diosa de la belleza
Eurídice Scarlett era el nombre de aquella pequeña quien se convertiría en una mujer muy poderosa

⟨⟨10 años después ⟩⟩

En la casa Scarlett se paseaba dicha doncella su larga cabellera era lo que más deslumbraba por dónde pasará, servidumbre e invitados no podían evitar no verla, sin embargo a pesar de ser tan hermosa era realmente alguien egocéntrica, a su corta edad ya había rechazado a demasiados futuros pretendientes, las chicas de su edad por lo regular ya debían tener un prometido para su futuro, sin embargo ella había tenido esa excepción.

Su padre James Scarlett tomo la decisión de emparejar a su hija con uno de los hijos de un duque muy prestigioso que incluso tenía contacto con los reyes, La casa Amber, una de las casas con grandes cantidades de oro, sin duda un buen partido para aquella hermosa señorita

«Actualidad, Eurídice 16, Raymond 16»

Eurídice: Me niego, Nisiquiera pienso poner un pie fuera de mi casa

James: Pero hija, es tu prometido, te está invitando como parte de la futura casa Amber

Eurídice: No padre, Raymond es...es...

Había una pequeña discusión, seamos realistas, ambos jóvenes tenían una personalidades similar, lo que hacía que ambos choquen con la mas mínima mirada suya

James: Como usted señorita

Eurídice: No, yo soy una dama, es una cosa totalmente diferente, el es un... funcionario...junto a su padre, adicto al dinero y las ganancias, no me sorprendería que...

Raymond: Que cosa Duquesa?

Sin una sola señal, el rubio apareció justamente recostado en el marco de la gran puerta de la sala de la familia Scarlett, con una de sus características sonrisas

James: Duque Raymond, disculpe la osadía de mi Hija

Raymond: No existe nada que perdonar, por eso es mi prometida, me gusta su ... Determinación

El rubio se hacerco a la pelinegro tomándola del mentón, aunque pareciera que ambos se detestaban, justamente en el fondo ambos se amaban a tal grado que en una ocasión el Rey Raúl los había descubierto en una de las salas del castillo, Raymond es alguien parcialmente coqueto y obediente, se podria considerar un perro faldero a las ordenes de su ama.

Raymond: Que sucede Duquesa Eurídice? Le comió la lengua el ratón? -solto una leve risa-

Eurídice: En sus sueños futuro líder de la casa Amber, mi querido limón

La pelinegra había cedido al coqueto del rubio tomándolo de las mejillas y hablándole como si de un pequeño bebé se tratase, cosa que a su prometido le gustaba tener, un trato especial.

Aunque la escena pudiera generar cierta ternura la verdad es que para la casa Scarlett ya era irritante y eso lo hizo saber si Padre

James: por favor, si ambos van a estar de ese modo, les invito a que estén en un lugar privado por favor querida hija

Eurídice: Pensé que tú eras el que quería que fuera con Mi limón

James: Ya te eh dicho que no llames al duque de esa manera, maleducada, tu madre estaría muy decepcionada

Eurídice: Mamá te trataba igual padre

James: ese no es el caso Eurídice

Raymond: Duque Scarlett no molesta que la duquesa Eurídice me llame de esa manera al contrario, aprecio que lo haga, es una demostrarle del amor tan fuerte que ambos nos tenemos

James: Uhg!! Ambos fuera de aquí!!!

Ambos jóvenes se echaron a correr llenos de diversión y risas, hasta que de la nada Raymond toma en brazos a su prometida corriendo hasta uno de los estudios de danza de su acompañante, ambos se tiraron al suelo quedando exaustos, la joven doncella amaba fastidiar a su padre y amaba que su prometido hiciera lo mismo, era típico en el, bromas, acertijos y premios un tanto descabellados, era una de las tantas cualidades del rubio que fascinaban a la contraria

Ambos se encontraban tendidos en el suelo recuperando el aliento, no fue hasta que el chico se levanto y se paseo por toda la sala, mirándose a los espejos y tocando los barandales

Raymond: Y pensar que te conocí en este lugar

La pelinegra se levantó mirando el barandal del frente con cierta nostalgia y luego observarse en el espejo

Eurídice: Te enseñe a bailar, esas pésimo bailarin

Raymond: Bueno querida simplemente necesitaba unas clases de la mejor

El rubio se hacerco al reproductor de discos colocando una canción que había sonado la primera vez que ambos se conocieron por primera vez, esa vez hace 6 años la joven pelinegra bailaba sola, fingiendo estar acompañada de alguien, mientras un pequeño rubio la observaba maravillado por sus movimientos

Flashback

Eurídice: Y tu qué haces aquí?

La pequeña pelinegra se detuvo de golpe al ver al Rubió observando sin ninguna invitación de antemano de la joven nobleza

Raymond: Nada, es solo que usted valía espectacular

Eurídice: GUARDIAS!!!!

justamente esa vez la familia Amber estubo a nada de romper el matrimonio, había hecho que mis guardias echarán a su hijo de mi salón de baile, de no ser por el padre de la pequeña pelinegra, seguramente eso hubiera pasado

El joven rubio posiciono una una de sus manos en la cintura de su prometida mientras la otra la tomaba con firmeza, mientras que la pelinegra de igual manera colocaba la mano contraria en su cintura y la otra en su hombro, uniendolos así en un baile lento y vivo al mismo tiempo, eran tan solo ellos dos en aquel salón, sus ojos se encontraron, si algo tenían en común era la intencidad con la que sus ojos brillaban al verse mutuamente.

Eurídice: Justamente hace 6 años te corrieron de este salón

Raymond: Tenía que recordar ese momento justo ahora?

La pelinegra soltó una pequeña risa mientras los movimientos de baile no frenaban, así hasta que la canción terminó, ambos pararon, Raymond sosteniendo a su amada de la cintura acercándola más a él, mientras que su mano contraria acompañaba a la mano que estaba en la cintura femenina, mientras tanto que la pelinegra posicionaba sus manos en los hombros masculinos, sus rostros poco a poco se fueron encontrando, hasta unirse en un beso.

Aquel beso que podría tardar años, El rubio se separó levemente de la duquesa tomando la mano derecha de esta y arrodillándose frente a ella

Raymond: En nombre de la Familia Amber, yo Raymond Amber estoy dispuesto a complacer a My lady como ella lo merece, mi preciosa moneda de oro

Beso la mano de la duquesa mientras la miraba a los ojos, Ella sabía que podría estar segura de eso, por algo la familia Amber era conocida por su lealtad incondicional hacia sus esposas...o eso era lo que se tenía en mente

-En la Casa Amber-

Grey: Dime querido hijo, como te fue con la duquesa?

Un Raymond totalmente diferente había entrado a la sala de la casa Amber tumbandose en un sillón mientras se reía a carcajadas

Raymond: Tengo comiendo a la hija de la familia Scarlett en la palma de mi mano padre...y pronto, toda su fortuna, será nuestra

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⏰ Última actualización: Apr 04 ⏰

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𝓓𝓮𝓼𝓽𝓻𝓾𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷 //Las joyas de la princesa// OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora