Within temptation ✹ YoonTae KookTae

Onze

Los labios de ambos se encuentran, desatando demasiadas cosas en su interior, es electrizante la sensación de tener entre sus brazos, al contrario. Las manos de Yoongi disfrutan de la tersa piel del menor, es suave y aterciopelada, paseándolas por la espalda con exquisita delicadeza, estremeciendo a Taehyung a cada centímetro recorrido, realmente adora estar así con ese demonio.

Se acomoda encima de Yoongi, alineándose encima de su polla sin soltar su boca un segundo, para enterrarse nuevamente, lloriqueando por el dolor de antes, pero las caricias en su cintura le relajan, animándole a moverse sin prisa.

Pasa sus brazos alrededor de su cuello, juntando sus cuerpos al máximo posible, danzando encima de ese demonio que le está llevando al infierno.

El abrazo proporcionado por el mayor mientras que está moviéndose con experiencia encima de él, le nubla los sentidos, es la primera vez que lo hace así con alguien, es extraño, pero a la vez excitante, tiene a Yoongi a sus absolutos pies.

Aunque eso sólo lo crea Taehyung.

Lentamente Yoongi baja sus manos a su trasero, para apretarlo con fuerza y enterrar una y otra vez al menor en su polla, obligándole a gemir alto, separando sus bocas, para disgusto de los dos, pero necesario para poder hacer algo básico como respirar.

- Eres tan hermoso como rebelde, criatura – Dice Yoongi, divertido – Deberías verte, eres un puto espectáculo.

Taehyung se muerde el labio ante eso, ama sentirse tan poderoso frente a ese ser que le tiene bajo sus trucos desde el minuto en que se miraron a los ojos, aunque debe de mostrarse fuerte, o Yoongi acabará consiguiendo lo que quiere.

El mayor se impulsa, haciéndolos caer contra la cama, quedando encima de Taehyung que gime encantado por la facilidad que tiene de moverlo.

Agarra sus manos por encima de su cabeza para pegarse lo máximo posible al cuerpo contrario, embistiendo con fuerza y velocidad, regalándole al menor todos y cada uno de los gemidos que se está permitiendo soltar, encantando con la reacción que tiene.

Verle sonrojado es una delicia.

Yoongi desvía la mirada hacia la entrada del azabache que le está recibiendo tan bien, extasiándose al ver como se pierde en ella su polla, jamás se ha fijado en eso, pero ahora necesita hacerlo.

- Mi señor Yoongi... Ah ~ - Ronronea Taehyung, consiguiendo de nuevo su atención – El único a mi al-altura... Mmmm ~

El mayor le mira, totalmente maravillado, el menor tiene los ojos cerrados, sólo balbucea cosas sin pararse a pensar en ellas, le tiene justo dónde le quería. Se acerca a su boca, lamiendo sus labios con suavidad, cegándole un poco más.

- ¿Le vas a decir a tu señor lo que eres? – Pregunta con voz melodiosa – Dímelo y haré lo que más desees, Taehyung.

El mencionado se retuerce al escuchar su nombre, suena tan bien en la boca del mayor, es tan exquisito oírlo salir de sus labios.

- Un nefilim, mi señor... Ah ~ - Susurra, casi inaudible a sus oídos – A sus pies... Ah ~

Yoongi abre los ojos en demasía, demasiado sorprendido por la noticia, según lo que ha dicho su padre, no existen, pero ahora tiene uno justo debajo de él, retorciéndose sin pudor alguno.

Todo para él.

El vaivén tranquilo se acaba, comenzando uno demasiado fuerte para el cuerpo cansado de Taehyung, que llora sin remediarlo por la velocidad recibida en su entrada, su próstata maltratada no puede resistirlo más, está a punto de nuevo.

Volviendo a devorar esos labios que ahora le pertenecen, aunque Taehyung desconozca eso, se deja ir después de un par de estocadas certeras, gimiéndole en la boca al sentir lo bien que le aprietan las paredes del menor alrededor de su polla. Aunque el beso no ha acabado.

Sale de él sin dejar de besuquear su boca, envolviéndolo en sus brazos una vez más, siendo rápidamente correspondido.

Pero en mitad de esa nube extraña que se han creado, Taehyung recuerda con demasiada claridad cómo le ha soltado al mayor su verdadera naturaleza, soltándose rápidamente de él, aterrado por las consecuencias.

Yoongi le mira sin entender, sólo le mira desde su posición como niega y sus ojos destilan pánico.

- ¿Qué ocurre, criatura? – Pregunta, levemente preocupado.

- No se lo cuentes a nadie o estaré en peligro, por favor, Yoongi – Taehyung se acerca de nuevo, agarrándole el rostro, rogando – Me harán cosas malas si me descubren.

No entiende exactamente por qué, pero odia verle así, le hace sentir mal.

- Puedes estar tranquilo, tu secreto está a salvo conmigo, pequeño – Susurra mientras le acaricia el rostro – Jamás se lo diré a nadie.

El corazón de Taehyung se tranquiliza con esas palabras, en el fondo sabe que esos ojos no le están mintiendo, que puede confiar en él, aunque sus padres le van a matar cuando se enteren de estos, pero no tiene claro a quién de los dos.

Vuelven a unir sus labios lentamente, perdiéndose en el beso del contrario, realmente es adictivo besar al ser que está a su lado.

Tras un tiempo de conseguir relajarle, Yoongi se separa de él, dedicándole una bonita sonrisa que ni él mismo sabe de dónde ha salido, pero que es probablemente la única sincera que ha procesado en toda su existencia.

- ¿Me enseñarías tus alas, criatura? – Le pregunta con cuidado – Me encantaría verlas.

Taehyung asiente y se levanta de la cama, extendiendo sus alas, que dejan completamente maravillado al mayor.

Cada una de un color diferente, una blanca y brillante que destila pura luz, la otra negra como una noche sin luna, enormes, esplendidas, sublimes. El rostro avergonzado de Taehyung, acompañado de su desnudez perfecta, el leve sonrojo de sus mejillas y el brillo azulado de sus ojos es lo más hermoso que jamás han podido admirar los ojos de Yoongi.