Cuarteto De Nos (R x G)

Quince

Gustavo se despertó a las 1 de la mañana, froto sus ojos para luego ver a su lado, Roberto dormia plácidamente, Gustavo se sentó y soltó un quejido debido al dolor en su espalda baja, era insoportable.

Intento pararse pero cayó sentado nuevamente, suspiro suavemente mientras mordía su labio.

—Roberto hijo de puta

Susurró y logro pararse, se puso su camisón para luego ir directamente al baño, caminaba lento ya que aún le dolia demasiado.

Entró al baño luego de unos minutos y se dió una ducha de agua fría, de pronto la puerta se abrió y se pudo ver a un Roberto adormilado.

—Gus~

Se metió a la regadera y abrazo a Gustavo mientras el agua corría por sus cuerpos.

—Rober, pensé que estabas en el quinto sueño

—Pensaste mal... ¿Otra ronda?

Gustavo soltó una carcajada y luego asintió, Roberto lo puso contra la pared e hicieron nuevamente lo mismo de hace algunas horas.

Al terminar Gustavo salió primero ya que ya se había bañado y dejo a Roberto dentro de la ducha, se cambió y posteriormente fue a la sala.

Gustavo se sentó en el sofá mientras en lo que el agua hervía, mirando un punto fijo pensó en muchas cosas, siempre se mantenía al margen con sus emociones pero últimamente la tristeza lo invadía más que de costumbre, había pensado en Roberto, seguro aún se sentía mal por lo de Fede.

Pensaba en muchas de las cosas que dijo Laura antes de que se descubriera la verdad, ¿Tan mala podría ser?, incluso si solo quería a Roberto para ella ¿Por qué le haría un daño tan grande a su propia hija?.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de la pava porque el agua ya estaba hirviendo, se levantó un poco adolorido para luego ir hasta la cocina, apagó la cocina para luego poner el agua caliente dentro de un termo, ciertamente le encantaba tomar mates si Roberto lo acompañaba.

—Gus, ¿Viste mi remera roja?

Pregunto Roberto mientras entraba en bata a la cocina.

—Uhm, me parece que la vi de mi lado del ropero

Roberto asintió para luego ir nuevamente al piso de arriba.

Gustavo soltó un suspiro y tomo su celular, se fijó la hora y entonces una llamada interrumpió su misión.

—Como le gusta joder a la gente, dios

Atendió.

—¿Buenos días?

—¿Topito?

—¿Mamá?

—Mi amor, cambie de celular y todavía no me acordaba como se usa

Gustavo sonrió al escuchar la dulce voz de su madre.

—Ay ma, después te acostumbras

—Si si, pero ya soy vieja pero no te hablaba por eso, tu papá y yo queremos visitarte, también va a ir tu hermano Miguel y Paul, ¿Seguís viviendo en el mismo lugar?

Gustavo frunció el ceño al oír el nombre de sus hermanos.

—Mami, yo no tengo problemas en que vengas vos o papá pero sabes que yo no me hablo con Miguel y mucho menos con Paul...

Roberto pudo escuchar un poco de la conversación y le pareció un poco curioso que se llevara mal con sus hermanos, Roberto se llevaba bien con Marcela y Riki, bueno se llevaba mejor con Marcela pero igual quería a Riki.