Cleo se escondió junto a sus amigos en un pequeño callejón, luego de haber vendido su cuerpo a hombres para conseguir lo que más la distraía de todo... la heroina.
Ella subió la manga de su abrigo, sacando la inyección de heroina aplicándosela, sintiendo un poco de mareos y a la vez placer.
Quedando un poco pensativa, mientras a su lado sus amigos consumían drogas, inhalándolas y más.
El callejón era sucio, húmedo y rodeado de bolsas de basura, pero estos no le daban tanta importancia a esto, cleo nunca se daba cuenta lo mucho que la hicieron sufrir sus "amigos".
Se quedaron en el callejón hasta la media noche, consumiendo más sustancias dañinas que en algún momento podrían causarles una sobredosis, cleo seguía junto a ellos sentada en ese sucio callejón, dándole una calada a su cigarrillo para luego tirarlo, tan solo sobrepensando cosas y dudando sobre ella misma.
—Cleo! Por que tan seria?— preguntó uno de sus amigos, el mismo que abusó sexualmente de ella.
—Nada...— ella dijo, volteando su cabeza hacia un muro vandalizado, encendiendo un cigarrillo y dándole una calada a este nuevamente.
Allí unas luces rojas y azules los sorprendieron, las sirenas fuertes que obviamente eran de un coche de policías.
—MIERDA!— gritó uno de los amigos de cleo, Julian. —VÁMONOS AHORA!—
Todos intentaron escapar, pero la policía corrió hacia ellos esposándolos a todos, incluida cleo.
Los encerraron en dos coches policiales, conducieron hasta llegar a una comisaría, los llevaron y los sentaron en una silla en donde les preguntaron varias cosas.
Llegó cleo a la silla, estando al frente del policía.
—Cual es tu nombre— preguntó el policía, mirándola directamente a los ojos.
—Cleo white...
—Que edad tienes cleo?
—17...
—puedes explicarme lo que hacías en ese callejónCleo no respondió nada, lo cual rápidamente hizo que el policía se confundiera.
Este le pidió a cleo que lo esperara, yendo donde sus compañeros de trabajo.
—Señores... quiero que lleven a la señorita cleo white a... ya saben a donde
—Por supuesto
Cleo espero, viendo que llegaban dos hombres hacia ella, rápidamente entró en pánico y intentó huir de la comisaría, pero los dos hombres la agarraron de los brazos, yendo junto a ella a un coche policial.
Llegaron, y era un ¿centro psiquiátrico?
—Que es este lugar?— cleo preguntó desesperada.
Los hombres no contestaron, llevándola a la fuerza a este lugar que para ella era desconocido.
En ese momento llegaron dos trabajadores de aquel lugar, inyectándole un tranquilizante a cleo debido a que esta quería golpear a los hombres y escaparse de allí.
Los dos la llevaron a una habitación, que era completamente acolchonada ¿ellos pensaban que estaba loca?
—AUXILIO! SÁQUENME DE AQUÍ!— cleo suplicaba, pero no le sirvió de nada debido a que nadie la escuchaba.
Pasaron las horas, ella estaba aún más desesperada que antes, quería saber que había pasado con sus amigos y la razón de por que la querían internar, pero en ese momento llegó uno de los trabajadores, canoso, con lentes, detrás de él estaba alguien, el cual cleo no pudo reconocer muy bien.
—Aquí está señor— dijo el hombre canoso retirándose de la habitación acolchonada.
Cleo estaba sentada en la cama, viendo como entraba un hombre joven de trenzas, de ojos marrones y un gorrito en su cabeza, el cual llevaba una hoja de papel junto a una lapicera en su mano.
—Tu eres cleo white no es así?— preguntó el hombre cerrando la puerta de la habitación, quedando a solas junto a ella.
—Que te importa— respondió ella.
El se sentó en la cama al lado de ella, cleo solo se alejó ya que era demasiado incómodo.
—Escucha... se que no quieres hablar conmigo pero es por tu bien, quiero que me cuentes todo sobre tu vida... para ver si podemos hablar sobre ello...— dijo el, posando su mano contra el hombro de cleo.
—No me toques, no te voy a decir nada!— ella gritó, dándole una cachetada a este.
—Esta bien, esta bien kate... te dejaré sola para que lo pienses mejor— el se levantó de la cama, abriendo la puerta para luego salir de la habitación, cleo solo derramo sus lágrimas en las sábanas de la cama de la pequeña habitación acolchonada, llorando y luego gritando desesperada para que la sacaran de aquel lugar.
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Traumas Insuperables
RomanceConoció a su especialista, alto, de trenzas y con un piercing en su labio, el cual le ayudaría a superar sus traumas, pero para ella sería demasiado difícil olvidar y dejar su pasado atrás... ¿que pasará?