Cuando Jungkook llegó a la planta baja de Mingyu ya estaban todos sus compañeros de banda, que también eran sus amigos. Casualmente todos eran Alfas, menos Mingyu, quien era Beta.
Se entretuvieron hablando un poco, haciendo el imbécil como en casi todas las ocasiones antes de ponerse a ensayar, haciendo descansos para fumar. Yugyeom, como de costumbre, no tardó en liar el primer porro del día e ir pasándolo entre todos.
Ya era algo bastante común a decir verdad, la mitad de las tardes de Jungkook se basaban en eso. Quedaba con sus amigos, ensayaban un rato aun si luego no debían de presentarse y los descansos eran la definición de fumar, hacer el imbécil y continuar fumando como si quisieran hacer un submarino y acabar todos drogados antes de tiempo.
Así que, tal y como siempre, se pasó la mitad de la tarde antes de que todos partieran hacia el club. Era más que obvio que caminaban con tranquilidad por las calles del barrio y que cuando llegaron al club no tuvieron problemas con pasar.
La música se escuchaba incluso desde fuera, pero era de esperar si era un club, y estaba más que claro que esa música comenzó a escucharse más fuerte cuando entraron dentro, haciendo que incluso el pecho de Jungkook retumbara.
—Aquí están los chicos estrella.
Jungkook rodó los ojos ante eso, aunque no fue a malas. Se habían acercado lo suficiente hasta la barra donde fueron recibidos por Namjoon, Alfa camarero del local, el cual ya formaba también parte de aquel grupo de amigos.
—Hola a ti también, Nam ¿cómo va tu noche? —preguntó Eunwoo.
—Recién empieza, pero ya es un caos, hay el doble de clientes cuando vosotros sois quienes se presentan.
—El público nos adora.
Los chicos aprovecharon que tocaban algo tarde para tomar un par de tragos, obviamente no demasiados porque iban a terminar subiendo al escenario después. Jungkook no iba a cantar borracho de eso estaba seguro, aunque más de una vez cuando no tocaba la guitarra en el escenario, se fumaba un porro como si nada delante del público.
Aunque todo eso era lo de menos, Jungkook solo quería que fuera la hora de su espectáculo de una vez porque él estaba ansioso por subir y cantar, le picaban los dedos por tocar la guitarra, además de que a su lobo le emocionaba mucho eso.
Como era costumbre simplemente se quedaron charlando, sentados en los taburetes, Jungkook con mitad de su cabello en el rostro, aunque Yugyeom y Eunwoo no tardaron en bailar un rato en la pista, de paso intentando conseguir algún Omega, ya fuera hombre o mujer.
Yoongi apareció justo unos minutos antes de que Jungkook tuviera que subir al escenario y el tatuado no tardó en quitarse su chaqueta negra para dársela a su hermano mayor. Era, sin duda, una gran manera de evitar que algún imbécil se acercara a Yoongi con otras intenciones, pues la chaqueta estaba repleta de olor a cigarrillos y del aroma de Jungkook, chocolate puro con un ligero toque a menta, que a veces ni su propio hermano lograba percibir. De hecho, cualquiera pensaría que el aroma de Jungkook era de cigarrillo con un toque de chocolate.
Los tatuajes de los brazos de Jungkook ahora quedaron a la vista debido a su camiseta sin mangas, incluso se le podían ver las costillas y algún tatuaje que adornaba sus costados.
—Siempre apareciendo justo, eh. —Se burló Jungkook mientras Yoongi se colocaba la chaqueta a regañadientes y sus amigos comenzaban a tirar de él para ir hacia el escenario.
La música aún sonaba, pero ellos habían subido al escenario para acomodar las cosas, ni siquiera había un maldito telón por lo que todos los estaban viendo mientras se preparaban, aunque no había mucho que preparar, porque Namjoon se había encargado de dejar todo arreglado junto a Hyunjin y Hoseok.
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Hard heart. Kookmin
FanfictionJungkook tiene un corazón de hielo ¿de qué sirve la atracción entonces?