¿Cielo o Infierno?

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Era noche de Halloween, Max y Sergio habían quedado de ir a una de las fiestas en casa de Charles, en Mónaco.

Sergio se iría de su hotel a casa de Charles. El rubio todavía estaba en su propia casa aún indeciso en su vestuario. 

Había decidido ir de diablo pero le parecía tan patético. Claro, no era un disfraz corriente y barato. Su disfraz se componía de un traje de seda color rojo, saco y pantalón, unos botines negros que hacían lucir como si su pie fuera delgado se veía elegante. A juego con una blusa negra de satín y una corbata del mismo color, además de una diadema de cuernos color negro y rojo, y un tridente de plástico.

Hubiera preferido un disfraz cualquiera de alguna tienda.

— ¡Me iré de mí mismo! Ya lo decidí — Kelly estaba en la misma habitación arreglándose para salir también pero a otra fiesta

— Quiero una foto contigo, con tu disfraz puesto, Max — dijo terminando de pintarse — elegí ese disfraz para tí

— Sí, pero tú te ves hermosa...y muy sexy — Max la recorrió con la mirada de arriba abajo. Traía un vestido rojo de seda con algunos detalles brillantes, era corto, de mangas largas con encaje y escote enfrente, también se había disfrazado de diabla — ¿segura que irán puras mujeres? — ella se rio

— Sí, amor. Son mis amigas — le regaló un beso en los labios — Ya vístete, quiero una foto contigo antes de irme.

Max, aunque algo indeciso, se vistió. Kelly lo ayudó a darle unos detalles en sus accesorios.

Sergio ya había llegado a la casa de Charles, aún estaba afuera ya que se encontró con algunas personas del staff que habían ido. Al parecer sí habían venido muchas personas, podía escucharse hasta afuera.

— Entra antes de que se terminen los bocadillos, están deliciosos — le dijo uno de ellos y Sergio entró a la casa.

Efectivamente había muchas personas, buscaba con la mirada a sus compañeros pilotos y haber si se encontraba con Max. Había muchos diablitos disfrazados pero ninguno era Max. Apenas y podía ver por las luces tenues y algunas luces parpadeantes.

Sergio se había disfrazado de ángel, había quedado con Max. Traía puesto también un traje de seda blanco, todo era blanco, hasta los zapatos.

— ¿Eres tu, Sergio? — éste volteó y se encontró con Charles, el monegasco se quedó un poco boquiabierto pero entre una sonrisa

— ¡Hola! Acabo de llegar — le dio un abrazo. Charles volvió a mirar de arriba a abajo, Sergio se sintió incómodo

— Luces ...muy... —

— Pulcro, guapo, sensual y elegante — Charles volteó y estaba Carlos a un lado, ni siquiera sintió su presencia. Admitía que sus palabras tenían razón sobre Sergio. No era como si nunca lo hubieran visto sin uniforme o de blanco pero especialmente en ese momento se veía guapísimo, ademas de que había quitado su bello facial (barba y bigote).

— Nah, no me convencía mucho el disfraz y además creo que las alas están de más — pero gracias. Ustedes se ven muy bien

Charles era un hombre lobo y Carlos decidió de zombie.

El mexicano sintió una mano en su hombro y volteó. Se quedó boquiabierto, y no era el único, Charles y Carlos también, tal vez uno que otro en esa amplia sala se quedó así por ver a Max que había llegado.

Realmente le lucía muy bien ese disfraz. Max se sintió incómodo y no decía nada.

— ¿Charles? — dijo Carlos lo suficientemente alto para que los cuatro escucharan. No despegaban la mirada de Max

2. Noche de disfraces (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora