C⋆u⋆a⋆n⋆d⋆o⋆ ⋆b⋆a⋆j⋆a⋆n⋆ ⋆e⋆l⋆ ⋆t⋆e⋆l⋆ó⋆n

117 18 2
                                    


Solo veía la aguja del segundero caminar mientras los minutos tomaban su calma al caminar, tenía una ensalada mixta enfrente de mi bañada de un aderezo amarillo.

Habia pasado exactamente una semana después del rescaté de nuestros padres o más bien el de nosotros.

Desde entonces me he estado recuperando, al parecer fui la más herida, antes por ser la hija de la familia Blackhood y sombra de Damián me dejaban darme un chapuzón en el pozo de San Lázaro pero ahora...debo hacerlo por mi cuenta.

No puedo moverme por mi cuenta y es demasiado frustrante pero lo bueno de todo esto es que me dejan dormir has tarde, se que suena insignificante pero desde que tengo memoria siempre he tenido un horario riguroso.

También el señor Alfred me ha estado atendiendo y me agrada mucho tener su compañía, de vez en cuando me plática cómo fue la infancia del Señor Wayne o que ha pasado en la mansión, así como los demás chicos que llevaron el traje de Robin y por alguna razón el nombre de Jason Todd me es familiar.

Ahora mismo me he escabullido para ir al jardín principal, ya me desesperé de estar encerrada en mi habitación tanto tiempo, ha planeado un plan, primero iré por las escaleras del norte de la mansión para llegar más rápido a la cocina y tomar un bote de helado de chocolate por qué el señor Alfred no me ha dejado comer nada que no sea ensalada y proteína, después podre salir de ahí para ir al jardín y esconderme para comer el helado y poder tomar aire.

Después podré ir a mi habitación por la misma ruta para la comida, así el señor Alfred no se dará cuenta de mi escape.

Y así como lo plane así logré, había llegado al jardín con mi helado triunfante, estaba debajo de un gran arbusto comiendo mi helado junto con un libró que encontré en mi estante.

Pero no sé en qué momento me quedé dormida, habrá sido el ambiente o talvez paz que había o sentia, pero cuando desperté ya estaba callendo la tarde pronto anochesería.

Estaba por entrar en pánico cuando a mi lado encontré a Damián, parecía que también el estaba durmiendo, me volví a recostar a su lado.

Sin darme cuenta mi mano acariciaba con mucha delicadeza su mejilla, me gustaba verlo así, el estaba tan tranquilo y delicado que no creería que el es una máquina de matar.

-Te quiero Damián- Una sonrisa me llegó y solo pude seguir acariciando su mejilla.

-Te habías tardado en despertar- sus ojos de jade me miraron fijamente, me sobre salté, me levanté y retrocedí por inercia.

-¡¿Que te pasa Damián?!, ¡casi me da un infarto!-

-Sabes que eso es clínicamente imposible y más con tu entrenamiento, solo haz bajado la guardia.-

Se incorpora para después golpear mi puente de la nariz con su dedo índice.

-Basta eso duele, además¿como me encontraste?-

Tenía la duda, de cuánto tiempo paso sin que se supiera de mi escape.

-Desde que saliste de tu habitación, tus heridas te hicieron lenta y ruidosa-

¿Lenta y ruidosa?...

-Pues discúlpame entonces-

Estaba claramente molesta, era obvio es mi primera vez sanando por mi cuenta, al parecer Damián noto mi molestia, el solo soltó un pesado suspiro para después empujarme de nuevo al pasto donde estaba recostada.

-Saliste muy herida del combate con Slade, debes recupérate- permaneció unos instantes en silencio y con mucha seriedad hasta que se volvió animar a hablar -entrenar sin ti, no es lo mismo- Hablo con un tono de voz tranquilo pero evito mi mirada.

Por alguna razón eso me hizo que mi corazón se acelerara y con mis mejillas ligeramente sonrojadas, sonreí.

-¿Le hago falta a mi amo Damián?- Pregunté juguetona para acercarme más a él y descansar mi cabeza en su torso, este algo tenzo por mi repentina acción solo se quedó estática unos instantes para después acariciar mi cabello.

-También te quiero tonta... prometiste no ponerte en peligro, pero estás bien ahora- Un débil susurro salió de el, solo me relajé un poco más y con una sonrisa cálida asenti ligeramente.

Deseo a todos los dioses que existen que nunca acabe este momento de tranquilidad y paz.

Pueden tomar todo de mi, solo no me alejen de el, por qué es mi única razón de existir...pero poco sabía de la tormenta que se aproximaba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 03, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝑺𝒆𝒓é 𝒕𝒖 𝒔𝒐𝒎𝒃𝒓𝒂 Damián Wayne y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora