Dara POV
Nunca conocieron a una persona: protectora, dormilona, responsable, malhumorada y de cabello morado?
Bueno, esa mi hermana. Aunque es mayor por unos segundos, me cuida y se comporta como tal, sobre todo cuando se me acerca algún chico o puti-barbie para molestarme.Y no, no soy la típica nerd que sufre bullyng; se defenderme. Solo que soy silenciosa y distante, con aires de "mala fría o callada"...Llamo la atención, al igual que Mara, pero ella es mas del tipo "matona o fortachona justiciera" meterse con ella, para los pocos que presenciaron alguna vez su carácter, es la muerte.
Si, a simple vista parecemos agua y fuego...Pero como dije, solo son apariencias.
Nos levantamos temprano después de una noche agotadora, la nota de los hermanos Celdric nos dejaron "algo" molestas.
"Regalo de cortesía.
Espero que no se molesten, mis queridas hermanitas Lych, por haberles facilitado el trabajo enviándoles a ese trío de delincuentes con tremendos antecedentes.
PD: Aun tengo la marca de la chancla que me lanzaste en el trasero, Mar.
xoxo"Si algo odiaba mi hermana era que le hablasen en plan Hombre mujeriego del siglo XIX-XX.
- Odio a esos tipos, juro que me asegurare que los encuentres culpables y tenga en placer de matarlos. - Farfullo molesta mientras comía dulce de leche.
- Apoyo la moción - Comente con una cuchara del mismo manjar en la boca y con una bandeja de carne cortada en fetas.
- Iré a alimentar a niños -. Anuncie. - Ya vengo.
- Vale pequeña Kaleshi... - dijo Mara con su habitual tono de burla.
Salí de la cocina y me adentre en el largo pasillo, hasta que atravesé la enorme puerta de hierro que daba al patio.
Pequeños dragoncillos de diversos colores corrieron hacia mi entusiasmados.
- Ya, ya, no me olvide de ustedes. - Sonrei entrecerrando los ojos, justo antes de lanzar las fetas de carne al aire y volaran para poder atraparlos.
- Bien, han mejorado mucho. - Aplaudi suavemente y regrese a la cocina.
- ¿Nunca te cansas de ser niñera de los hijos de otros? - Inquiero Mara divertida a mis espaldas.
- Mientras sean dragones no. - Objete.
Mi gemela rió suave. Entonces escuchamos el ruido de pasos rápidos, una dragona rosa vino corriendo hacia mi y me abrazo cuando tomo forma humana. Escuche a Mara murmurar alguna maldicion, ella nunca se acostumbraba a los cambios fisicos, ni a los dragones.
- Da-nna~ - Canturreo.
- ¿Que pasa? - Pregunté.
- Vine a despedirme. - Informó. - Vuelvo a casa.
- Ah, me alegro mucho. - Dije titubeante, se me había olvidado por completo. El casi desapercibido soplido de Mara me indico que se habia dado cuenta de mi despiste.
- Liz, deja de causar molestias -. La regaño una voz.
Mara ahogo un grito y una maldicion, fulminando con la mirada a la persona que habia hablado.
Un joven alto de contextura atractiva y cabello blanco estaba apoyado en el marco de la puerta.
Era Ruth, mi dragón/a y digo esto porque es asexuado, es decir puede tomar la forma humana de ambos sexos.- Perdónala Srta. Danna. - Se disculpo. - mi hermana es bastante...cariñosa.
- No me molesta. - Asegure divertida. - Y no soy señorita, solo Danna.
- Perdón, es el habito. - Sonrió divertido.
Le delvolvi el gesto, justo antes de que Liz desapareciera.
-Ya, ¿para cuando el casamiento? -Pinchó mi hermana.
-Calla Mara. - Dije antes de lanzarle una papa al rostro, la cual le golpeo la nariz y rebotó para que ella pudiese atraparla.
-Auch. - Exclamo Mar en tono aburrido. - Ya hasta me lanzas cosas, se nota que soy mala influencia.
Si, Mara tenia licenciatura, posgrado y doctorado certificado en "lanzamiento de objetos cuando esta enojada", eso incluye: zapatos, ropa, alimentos, electrodomestiscos y articulos escolares;basicamente todo lo que tenga a mano.
Oigan, nada es mas peligroso que una goma de borrar viajando a 300 k/h.
-Ah, Ruth, las motocicletas estan sin gasolita. -Informe. - ¿Te importaria llevarnos en tu lomo?
-Para nada. - Contesto el aludido complaciente. - Siganme.
- ¿Que diablos has hecho para dejarlas sin combustible Danna? - dijo mi hermana de forma acusadora. - Me debes al menos un par de viajes a la Ciudad prohibida sin quejarte. - me apunto con el dedo mientras hablaba, yo solo asenti.
Mara y yo chocamos los cinco, para luego seguir a Ruth hasta el patio.
Primero su piel se torno aspera, lineas rojas recorrian la totalidad de su extencion, hasta volverse escamas.
Luego su cuerpo fue multiplicando su tamaño, a medida que sus extremidades cambiaban: los dedos de tanto pies como manos era reeplazadas por garras, su nariz se achataba y las fosas nasales de agrandaban y sus ojos adquirian un brillo milenario.
Era hermoso de presenciar. Al menos para mi, ya que Mara siempre cierra los ojos.
Cuando menos lo esperabamos, Ruth ya se encontraba transformado en un dragon rojo.
Nos hizo gesto con la cabeza para que nos acercaramos, y asi lo hicimos.
Ayude a mi hermana a subir y emprendimos el viaje.
Viviamos en las afueras de la ciudad, en una vivienda tanto descomunal como antigua, con aires de castillo.
Alli, poseiamos la privacidad y el espacio que queriamos, el unico maldito inconveniente como decia mal era lo lejos que nos quedaba el centro de la ciudad y el instituto.Pero la idea de realizar el trayecto en motocicletas o en un dragon era para vomitar arcoiris.
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Vedoira
FantasyDanna y Mara Lych son vedoiras, demonios con la responsabilidad de cazar y juzgar a las personas/seres del Codex, un libro que contiene el nombre de las almas con los días contados en la Tierra, y en caso de encontrarlas culpables, matarlas. Cuan...