¡Wanda, Sal De Mi Mente! || Wanda y tú (G!P)

❤️

La manita tan suave de uno de los mellizos golpeaba levemente mi mejilla.

Quería despertarme, pero aún estando ya conciente quería seguir con ese momento, sonreí intevitablemente cuando subió sobre mi y su boca quedó en mi mentón.

Siguió con los pequeños golpes y no se hable de sus tiernos balbuceos.

- Mamá

Mis ojos no pudieron permanecer mucho más tiempo cerrados.

___: ¿Qué dijiste? — me levanté brincando con Natalya en brazos — Repitelo amor

Natalya: No — reía

Mi corazón se encontraba extasiado ante la segunda palabra pronuncianda por la más linda de la casa.

___: Mamá — dije para que lo volviera a decir

Natalya: Mamá — dijo nuevamente

___: Te amo cariño — llene su rostro de besos — Si, esa soy yo — mi corazón bailaba de alegría con su risita — Yo soy Mamá

Wanda: Yo soy la más linda de la casa — claro que había venido a reclamar

Pietro venía caminando tras de ella.

Pietro: No — camino más rápido a dónde estaba para pegar en mi pierna — ¡Talya no!

Pietro hablaba más que su hermana y era un celoso como su madre, eso pasaba cuando lo dejaba convivir mucho con Wanda.

Pietro: Yo si — estiraba sus manitas para que lo cargará

Natalya se aferró a mi camisa sabiendo que había posibilidad de que la dejara para cargar a Pietro.

Pietro: Má — llamaba a Wanda en busca de ayuda — Yo si — se tiró al suelo — Mamá si — Cruzó sus brazos — Talya no, Talya feo — cubrió su nariz

Wanda: No — se acercó al menos celoso de la casa y lo cargo — No huele feo

Natalya: Mía — hoy tenía la lengua suelta — Mamá mia

Pietro: ¡Mia!

Wanda: ¿Cómo dijo? — al parecer estaba tan sorprendida como yo hace unos momentos atrás

___: Me llamo Mamá — informe feliz — Ya empieza a hablar mi bebé

Wanda: Eso no — se acercó y beso mi mejilla para luego mirar a Natalya — No tuya — Reclamó su lugar — Ella es mía

Pietro: No

Natalya: No

Wanda: Si

___: Se pelean por mi — cerré mis ojos con emoción — Soy de todos

- No — los tres se negaban a compartirme

Reí y luego le di un beso en sus mejillas a mis dos hijos para luego darle uno a mi esposa en sus labios.

Wanda: Eres mía — susurro

___: Si lo soy — le di la razón

- No — no perdían detalle los mellizos

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Mis aventuras con Morgan no habían terminado, solo habían bajado de intensidad.

Hoy continuaban sus clases de espada con Thena.

Teníamos un nuevo integrante para estás aventuras. Jack era un niño muy tierno a diferencia de Morgan y mis hijos que parecían venir de cenar con el diablo en vez de un desayuno con Dios.