63-. Entre la vida y la muerte

327 40 10
                                    

Flashback:

 Pov. Dick:

La ciudad era una mierda, no solo por los muertos vivientes, sino que todo el lugar estaba desolado y deteriorándose de a poco.

Había grafitis por todos lados, unos sobre muerte, suicidio, otros que proclamaban su supervivencia, muchos más sobre que Gotham no tenía salvación alguna, y posiblemente sea cierto.

Había despertado de una especie de trance o un coma, no recuerdo nada de los últimos...¿meses?

No sé cuánto tiempo ha pasado.

Cuando voy en las calles, sigue siendo desconcertante las masas de zombies que caminan junto conmigo, literalmente, me movía entre los infectados como si fuera uno de ellos, o mejor dicho, soy uno de ellos. Era invisible. Es camuflaje, me decía a mí mismo.

Recorrí toda la ciudad, no había lugar libre de esos monstruos.

No sé con exactitud qué es lo que soy o cómo es que estoy aquí y no soy un "no muerto" como los demás.

No estaba vivo pero tampoco estaba muerto, era una mezcla de ambos. Estaba en un punto medio entre esa delgada línea de la vida y la muerte.

Todo es tan confuso y exasperante. Todo el tiempo me siento con frío y vacío, la cabeza me arde y me punza insistentemente, como agujas incrustándose en mí cerebro.

Además de eso, había algo peor.

El hambre.

Ya lo verán.




Ingresé a un supermercado no muy lejos de la ciudad, tal vez mis órganos ya no funcionaban como deberían, hablo de forma humana pero aún así podía sentir lo que mi cuerpo me solicitaba.

Tenía hambre, el vacío en mi estómago lo comprobaba y sin mencionar el constante palpitar en mi cabeza, que me mareaba.

Llegué a un pasillo con algunas cajas de cereal medio vacías y caducas pero era mejor que nada.

Era un milagro, abrí una caja con desesperación y me lleve un puño de trozos azucarados a mi boca pero sentí mucho asco al tragarlos, el sabor azucarado y dulce que recordaba se esfumó, en cambio tuve un sabor amargo y nauseabundo en mi papilas.

Como si estuviera más que podrido y efectivamente, tal vez era por la caducidad.

Intenté con barras de granola tiradas pero obtuve el mismo resultado, lo mismo con el pan y todo alimento que me encontraba.

Para este punto ya ni siquiera me esforcé en buscar más cosas que comer.

Dick: ¿Qué me pasa?

Me dejé caer contra la pared, rendido y aguantando el hambre. Era extraño, no percibía ningún sabor más que comida echada a perder.

Cerré mis ojos un momento, estaba empezando a sentirme aún más mareado, como si fuera a desmayarme o como si mi cabeza fuera a estallar.

De repente, escuche un sonido muy agudo, como un chillido.

No tuve control de mis piernas, pues como por arte de magia ya estaba de pie y en busca del chillido.

No podía pensar en otra cosa, mis sentidos se perdieron, hasta que mi vista se puso roja, y mis oídos solo siguieron al agudo sonido, mientras mi estómago aumentaba su vacío. Era como si mi estómago me guiará, estaba controlado por el hambre.

Apocalíptico (Apocalipsis zombie) (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora