Capitulo IV

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-"¿Acaso te configuraron para ser siempre grosera?"-

Pov Narrador

-¡Mikey, deja ahí, te vas a hinchar si sigues comiendo las galletas calientes!.-le regaño (T/N).-

-Pero Mini.-refunfuño el niño rubio.-Tengo hambre.-lloriqueo.-

Los 6 chicos desde hace semanas habían agarrado un horario de ir a visitar a su nueva amiga y comer los postres que esta hacia.

-No seas quejumbroso, hace rato te di arroz con leche y un pedazo de cheesecake.-le reprendió.-

Ahora se encontraba haciendo galletas de mantequilla, la cocina se encontraba caliente, ya era su ultima tanda, tardo demasiado por culpa de Mikey que no la dejaba terminar.

-Además, ya te dije que no estés entrando y saliendo de la cocina, te puedes quedar chueco.-lo asusto.-

-Eso no me pasara, soy fuerte.-hincho su pecho.-

-Ah mira que padre, que te hagan fiesta en tu casa.-le respondió la niña.-

-¡(T/N)!.-hizo berrinche Mikey.-

¿Por que su amiga le hablaba así?

-Voy a llamar a Draken si no sales.-le miro mal.-

Por mas que estuviera usando el horno de la estufa, no le quitaba el echo que estuviera cerca de este y su cuerpo estuviera caliente, no tanto para sudar, pero si para que si se pusiera debajo del aire acondicionado de la sala, su cuerpo sufriera un choque de temperatura.

-No.-se emberrincho mas.-

-Ugh, este mocoso.-murmuro molesta.-¡Kenchin!.-grito ya molesta.-¡Saca a Mikey de aquí, me esta molestando!.-

-Ugh, Mikey, hace rato te saque de aquí.-gruño Ken, entrando a la cocina, tomo al menor y lo saco.-

-¡Kenchin, no!.-pataleo Mikey.-

(T/N) suspiro cansada, cuidar a Mikey y hacer galletas era difícil, tomo una servilleta bordada, y las pinzas, abrió el horno, saco la hoja de metal y la acerco a la bandeja donde tenia enfriándose las galletas que iba sacando, volvió a meter la hoja, habia algunas que todavía seguían crudas.

Escucho un pequeño ruido tras de ella, ya estaba lista para golpear a Mikey, volteo lentamente, viendo dos cabelleras negras.

-Pah, Tora, ¿Qué hacen?.-pregunto confundida.-

Eran dos de los que menos le daban lata (que menos se metían en problemas con ella*), ambos salieron de su escondite, debajo de la mesa, al verse descubiertos.

Haruki, le dio un pequeño empujón a Kazutora, incitándolo ha hablar.

-Uh, queríamos mas de ese arroz...Por favor.-hablo el de tatuaje, Haruki asintió.-

-Claro.-le sonrió, tomo dos vasos y dos cucharas, y le sirvió a ambos.-

Ambos tomaron su respectivo vaso, probando nuevamente el postre.

-Mmm, serias una buena esposa, (T/N)-chan.-hablo Haruki sonriente.-

-Si, ya puedes casarte.-hablo Kazutora sonriente.-

-Ay no, pinshi premio feo ese.-se quejo (T/N).-

Ambos chicos se miraron confundidos, ¿Qué no las niñas solo pensaban en casarse y tener hijos?, que extraña es.

-¿No quieres casarte Mini?.-pregunto Kazutora.-

-No, no quiero andar manteniendo a un bueno para nada, que muy seguramente me engallara y me dejara abandona con 3 mocosos.-se retorció del coraje la niña, como si hubiera pasado por 43 divorcios.-

°○No Tan Dulce○°(Tokyo Revengers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora