El inicio de la travesía

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Febrero 07, 2023

-Kade céntrate- le dije mirándolo a los ojos y con mis manos sosteniendo su rostro.

-Te estoy escuchando-respondió

- Yo... después de todos estos años, eres el único chico que me ha demostrado, una versión de mí que ni yo conocía. Tu salvaste a esta chica destrozada haciéndole ver una vista diferente del mundo-pause un momento, mis ojos se humedecieron- Dios... eres malditamente imperfecto. Aun así, detestes tu ridículo cabello, yo adoro ver esos rizos y ni hablar de tus pestañas, que envidia la verdad- Kade esbozo una sonrisa mientras tenía sus manos en mi cintura.

Kade-sostuve con fuerza su rostro acercándolo más al mío- Te amo...te amo con cada una de tus imperfecciones, que para mí son estrellas en lugar de errores, estrellas que pintan una noche perfecta- suspire con lágrimas en mis mejillas. Allí supe que había entregado mi corazón; perdería totalmente, pero aun así me arriesgue a perderme al abismo más hermoso que puede existir en la humanidad, todo por una persona. Kade al escuchar mis palabras sinceras, quedo perplejo y simplemente acerco sus labios contra los míos.

Lizz que error acabas de hacer...

De repente de mi sueño profundo, quiero decir un recuerdo. Al despertarme me di cuenta que me había quedado dormida en mis apuntes y eran ya las dos de la madrugada. Me acerqué a un espejo y tenía mis ojos humedecidos; sin olvidar las grandes ojeras que me cargaba. Pase mis manos por mi rostro y cabello. Esos recuerdos siguen y siguen invadiendo mi mente, hasta que el sonido de mi puerta interrumpió mis pensamientos. Era Sara, mi hermana menor, con un aspecto poco... agradable; se acercaba a mí con el ceño fruncido.

- ¿En serio? Son las dos de la mañana, podrías dejar de fantasear con tus historias de chinos-pauso- digo coreanos, como sea... ¡Tengo examen mañana!

-Sarah, para empezar como estas pareces la niña del aro- me observo con los ojos entrecerrados- segundo, no estoy fantaseando con mis historias... Por si no lo ves- tome mis apuntes sacudiéndolos - ¡Estoy estudiando, yo también tengo un examen importante!-Sarah se echó hacia atrás y con las manos hacia arriba en modo son de paz.

-Está bien, está bien. Sigue "estudiando"- recalco con los dedos entre comillas marchándose- La fulmine con la mirada lanzándole un cojín. Volviendo a mis pensamientos, hace tiempo no había tenido esos recuerdos... bueno sobre todo de él. Le di fin a mi cerebro y recogí mis apuntes para mañana, el examen de admisión para la universidad que iba a estudiar la carrera de medicina. Luego de organizar todo, me tumbé en mi cama era un descanso que mi cuerpo anhelaba.

Al día siguiente, mis sueños se interrumpieron por esa alarma que odiaba tanto, la verdad siempre se me hace muy difícil levantarme, en cuanto me levanté me di cuenta que la alarma había sonado varias veces. Mierda, ya era tarde, salte rápidamente y empecé a correr angustiada. Cuando baje a desayunar, mi madre Katheryn estaba en la mesa desayunando con Sara.

-Buenos días Lizz- hablo mi madre tomando un sorbo de su taza tranquilamente.

-Alguien se le pegaron las sábanas- Sara contuvo su risa -JA JA muchas gracias Annabelle- refute mientras comía mi desayuno a la ligera.

Sara frunció el ceño, iba a decir algo, pero mi padre la interrumpió.

-Lizz en serio, cuando será el día en que no te quedes dormida botando baba- critico mientras se ubicaba a desayunar. Mi madre simplemente negaba con su cabeza, mientras que Sara se burlaba internamente de mí, aparte mis ojos de la mesa y me fije en Maxy, mi hijo peludo y pomposo color carboncito, se acercaba a mi para que le diera sus mimos matutinos. -Maxy, bebe, hoy tus mimos serán rápidos- aclare mientras lo inundaba de besitos veloces.

𝒫𝒶𝓇𝒶 𝓃𝑜 𝑜𝓁𝓋𝒾𝒹𝒶𝓇𝓂𝑒 𝒹𝑒 𝓉𝒾.   (EN DESARROLLO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora