- Sos un hijo de puta, Enzo - Sentenció la rubia.
- Este hijo de puta te encanta en todos los sentidos, chetita - Dijo antes de irse.
Historia 100% mía, no acepto copias no adaptaciones, contrae escenas 18+, si sos menor de edad lo lees bajo tu pro...
Cuando vi a Camila vestida así no pude evitar tener un deja vu, había cambiado demasiado, su pelo ya no era color café claro tirando para un castaño, ahora era pelinegra, resaltaba esos ojos que tanto me volvían loco en mi adolescencia, claro que cuando era un pibito de 17 años no pensaba una mierda y me importaba solo salir de joda. Era lo más obvio en un pibe de mi edad, la escuela no me importaba porque solo quería see futbolista, era lo que más soñaba.
Llegamos al restaurante y no pude evitar no mirarla, era perfecta, ¿Tanto cambio desde que la terminé? Sí.
Estoy dispuesto recuperarla, no me importa si tiene novio, el culo que tiene me hace ignorar eso. Cada linda con cada feo, es ley.
Teníamos una mesa apartada al resto, Joao, yo y Camila éramos bastante reconocidos. Valentina igual, pero no tanto.
Con Valentina nuestra relación se está yendo a la mierda, no soy un pelotudo, yo se que esta conmigo solo por la plata y se sostiene por Olivia, si no fuera por mi hija ya la hubiera dejado.
— ¡Hola! Buenas noches, ¿Que van a pedir? — Pregunto la mesera.
— Holi, yo quiero carne con ensalada y un jugo de naranja. Gracias. — Pidió camila, se veía perfecta.
— Bien, ¿El resto? — Volvió a preguntar, nos tomó la orden a todos y se fue, dijo que en 20 minutos iba a estar todo listo.
Mientras tanto yo no podia sacarle la mirada de encima a Camila, esta a perfecta esta noche, ¿Quien diría que esta con el Salame de Joao, no?
— Ahora vengo, voy al baño. — Hablo la chica que tanto me llamo la atención.
No pude evitar clavar mi mirada en el culo que tiene. El Voley si le sirvió, pero antes también tenía alto cuerpo solo que se ejército más.
— Che, voy a consultar algo porque me parece que me llamaron o me mandaron un mensaje. Ya vengo — Dije antes de pararme de la mesa y irme para el baño sin que se den cuenta.
Entre al baño de mujeres disimuladamente y la vi, se estaba retocando su maquillaje y todo eso, era perfecta la piba más linda que vi en mi vida.
— Hola, Cami.
— Enzo Jeremías Fernández, andate del baño de mujeres — Me advirtió antes de mirar hacia mi dirección.
— No me voy a ir hasta que hablemos, las cosas entre los dos quedaron mal.
— ¡Las cosas quedaron mal porque VOS me fuiste infiel, Enzo!
Flashback
Camila
Fui a la casa de Enzo de sorpresa, quería darle un regalo porque ya se acercaba su cumpleaños. Entre a la casa y escuché unas risas en la cocina.
Cuando fui a la cocina vi a Enzo con una piba chapandose.
En ese momento no sabía si tirarle el regalo en la cara, gritarle infiel o salir corriendo.
Me quedé viendo como la miraba, sus ojos brillaban cuando la veía.
En ese momento me di cuenta que Enzo nunca estuvo enamorado de mi, solo voy a ser un simple recuerdo de su adolescencia.
— ¡Camila! No es lo que parece, encerio, yo te amo solo a vos. Fue una equivocación.
— Que equivocación ni que nada pesado de gay, yo y vos nunca más vamos a estar juntos.
Fin del flashback.
Camila
Enzo cada vez se acercaba más a mi, hasta que en un punto mi cuerpo choco contra la pared. Hasta que puso sus manos al rededor de mis caderas.
— Sos un hijo de puta, Enzo — Hable enojada.
— Este hijo de puta te encanta en todos los sentidos, chetita — Dijo antes de agarrar mi cara y empezar a darme besos.
Yo sabía que estaba mal, porque tenia novio.
Los besos de Enzo fueron bajando para mi cuello y empezó a dejarme chupones, no me importaba si me dejaba marcas, en ese momento no me importaba nada.
Los besos fueron siguiendo hasta que la calentura nos ganó a los dos.
Empezó a bajar poco a poco mi pollera hasta el punto que terminé en mis pies, el se fue desabrochando la camisa que tenia. Dejo ver sus abdominales, estaban cada vez más marcados.
Uff mi amor.
Poco a poco los besos fueron subiendo la intensidad, hasta que nos metimos a un baño para que pueda ser un poco más privado, igual, estábamos en un baño público, era obvio que se iba a escuchar algo.
Los dedos de Enzo fueron bajando poco a poco hasta que rozo contra mi tanga, el hijo de puta sabía como ponerme.
Hasta que metió su dedo, sentía como el flujo salia de mi poco a poco, su dedo estaba frío, hasta que metió dos, fue siguiendo con tres y cuatro, trataba de no gritar ni gemir, pero era casi imposible, me agarre de la espalda de Enzo y le clave mis uñas, saco sus dedos de mi interior y me empezó a besar cada vez más y empezó a bajar un poco más hasta llegar a mi intimidad, sentí como bajo mi tanga poco a poco. También sentía su mirada en mi, en ese momento no me importaba nada, solo eramos el y yo. Nadie más.
En el momento que empezó a chupar se sintió como el paraíso, el había aprendido bastante estuvimos así hasta que paro, sus ojos miraron fijamente a los míos y finalmente habló.
— Yo te amo Camila, siempre te ame, yo se que lo que paso hace años te lastimo demasiado, quiero que me des otra oportunidad. Te lo pido, sos la única mujer que amo, sos mi todo, te amo Camila Espinoza y me chupa tres huevos tu novio. — Dijo antes de juntar nuestras bocas y abrazarme.
Se sentía bien.
Muy bien.
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