Jeon es fan de un cantante anónimo, nadie sabe de él, ni su nombre o de dónde salió, pero tanto jeon como demás fanáticos tienen asegurado una cosa: que su voz es única.
Su voz junto con la melodía y letras de sus canciones son una caricia al corazó...
Un día esperado por muchos era el día viernes incluyendo el fin de semana. Días de descanso para volver a la rutina.
Lo bueno es que ese viernes en especial no había clases, ¿lo malo? Es que nuestro querido seokjin tiene que juntarse con su adorado tutor.
Y donde mejor que en la casa de este último. Seokjin para nada estaba nervioso, claro que no, no era como si sus manos estuvieran temblando o sintiera sus piernas temblar como gelatinas, para nada...
Antes de salir a su destino le escribió a su hyung para avisarle. Yoongi se preocupaba mucho por el, era demasiado protector pero lo entendía. El mismo era muy descuidado y torpe además de olvidadizo. Sino fuera por su hyung hubiera perdido su celular más de 5 veces o lo hubieran atropellado.
Igual, no hay quejas.
Después de unos 20 minutos caminando y tomando el transporte pudo llegar a su destino. La casa de jungkook era muy sencilla, una casa de dos pisos pintada de un azul celeste además de un patio amplio rodeado de flores y arbustos. Era lindo a comparación de su apartamento solitario.
Un suspiro tembloroso salió de sus labios y con nervios tocó la puerta ya que no había visto el timbre. Al primer toque nadie abrió la puerta, con valor tocó de nuevo y nada.
A este punto, Kim empezaba a sobrepensar.
¿Y si la dirección no era la correcta? ¿Se habrá equivocado de casa? ¿Jungkook le habrá mentido? ¿O capaz él no vio bien? Trató de sacar el celular de su mochila pero sintió algo lanzarse encima suyo que lo mando al suelo y ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar. El golpe contra el suelo le hizo soltar un quejido y en ese justo instante las ganas de llorar se hicieron presentes.
— ¡Bam!
Jungkook no sabía lo que había ocurrido, él antes de la llegada de seokjin decidió sacar un rato a su perro para evitar distracciones y cuando estaban de regreso, bam se soltó de su agarré y salió corriendo.
Nunca espero que le saltará encima a Kim ni mucho menos que lo tirara al suelo.
Se apresuró a llegar a ambos y ayudó a seokjin quien quería llorar del golpe y de la vergüenza.
— Lo lamento mucho... Bam se soltó de mi agarré y dios... En verdad lo lamento
Jeon ayudo al contrario y le ayudo a quitarse la tierra de su ropa además de recoger las pertenencias contrarias. Kim solamente negó, tenía un nudo en su garganta y si hablaba, sus lágrimas lo iban a traicionar e iba a llorar enfrente de alguien desconocido.
Bam estaba muy hiperactivo y no podía calmarlo. Buscaba acercarse a jin pero él no lo dejaba por la correa. El dueño como pudo sacó las llaves de su pantalón e intentó abrir la puerta aún alejando al perro del pobre chico.
— Dios... Pasa por favor...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
